Tuvieron que pasar dos a tres días más para que oficialmente se informara lo que estaba ocurriendo. Es más, las autoridades salieron a admitir este viernes que había no ya uno sino dos infectados. El hombre del matrimonio en cuestión ya habría estado internado desde el lunes en un instituto privado. “El desmanejo informativo es en parte consecuencia de que se callaron la boca los implicados y sus vínculos más cercanos”, agregó otro de los habitantes del barrio consultado por El Entre Ríos.
Pero no es sólo la tardía e imprecisa información lo que preocupó. También las acciones para impedir que se propague la enfermedad habrían sido acotadas e insuficientes.
El protocolo prevé un bloqueo alrededor de la vivienda del enfermo, abarcando un total de 8 manzanas, zona en la que se debe proceder a fumigar y descacharrizar, además de informar y educar casa por casa.
Pero lo que ocurrió -denuncian- ni se le parece al procedimiento debido. “Vinieron y fumigaron sólo dos manzanas, lejos del epicentro. Para colmo, tampoco fueron a la casa del afectado. Como los vecinos nos quejamos, al día siguiente aparecieron y ampliaron el radio de acción, siempre sin aplicar el bloqueo”, denunció un vecino.
Otro vecino aportó una versión algo diferente, más benigna, según la cual la zona fue incluida ya el martes en un mapa municipal de fumigación, que se comunicó a través de las redes sociales. “En ese mapa aparecían varias manzanas, entre ellas las de nuestra zona”, especuló.
Este sábado por la mañana, la presencia del operativo de fumigación cobró más fuerza, como lo evidencia la imagen que acompaña esta nota.