El funcionario argentino confirmó que no asistirá al encuentro que se realizará este lunes.Detrás están las discrepancias entre los presidentes de ambos países.
La relación del Gobierno con el Papa Francisco acaba de sufrir un fuerte deterioro que no contribuye a la decisión del pontífice de visitar la Argentina tras confirmarse el faltazo del canciller Gerardo Werthein el lunes que viene a la ceremonia en el Vaticano por los 40 años del Tratado de Paz y Amistad con Chile gracias a la mediación de Juan Pablo II. Iba a participar junto con su colega trasandino, Alberto van Klaveren.
La ausencia al acto que va a presidir Francisco y que incluía una audiencia individual de Werthein con el pontífice se debería a una fuerte diferencia que tuvo el presidente Javier Milei con su par chileno, Gabriel Boric, quien cuestionó el discurso del mandatario argentino en el encuentro del G-20 en Brasil. Allí Milei elogió el neoliberalismo y criticó el papel del Estado de cara al desarrollo de la economía.
La ceremonia –en la que el embajador ante la Santa Sede, Juan Beltraminio reemplazará al canciller- tiene previsto primero un encuentro individual de los cancilleres en la Biblioteca Vaticana y luego un acto conjunto en la Sala Regia, mientras que por la tarde el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, expondrá en la Universidad Gregoriana sobre las acciones por la paz.
Clarín pudo saber que la ausencia del canciller, comunicada al promediar la semana, a la ceremonia que hace meses estaba prevista cayó muy mal en la Santa Sede porque es considerado un desplante al Papa con un argumento que nada tiene que ver con una cuestión que hace a las relaciones de la Argentina y Chile, más allá de los gobiernos de turno.