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Agobiado por la economía, Sergio Massa demora el rediseño de la campaña en medio de pases de factura

«No nos llamó nadie todavía para reunirnos, pero igual está bien, hasta que no se estabilice (la economía) no se puede planificar nada». Un intendente del Conurbano bonaerense, de los que en el comando de campaña de Unión por la Patria anotaron entre los que implementaron un agresivo reparto de boletas cortadas para sostener su distrito, describe ante Clarín el clima de incertidumbre que se vive en el oficialismo tras la contundente derrota en las PASO y en medio de la zozobra que provoca la tensión cambiaria.

Con Sergio Massa dedicado a buscar contener las variables económicas, el rediseño de la hoja de ruta rumbo a octubre quedó en stand by, más allá de que en la misma noche del domingo se acordó polarizar con Javier Milei y excluir del debate a Patricia Bullrich para intentar forzar a un balotaje.

La falta de coordinación no es un dato novedoso en lo que fue hasta el momento la campaña de UxP y tampoco tiene que ver con que a los alcaldes  bonaerenses no hayan sido convocados por el gobernador Axel Kicillof, otro que a pesar de haber sido el candidato más votado en la Provincia sabe que con una oposición más concentrada y con menos oferta, puede afectarlo. En las PASO, la fórmula de Juntos por el Cambio encabezada por Néstor Grindetti, en suma con la derrotada de Diego Santilli, quedó a apenas 277 mil votos y sin el elemento del voto útil como variable.

Por el momento, desde la gobernación no dan señales de cuándo será la convocatoria. No hay, al menos hasta el momento, un encuentro previsto para esta semana. El llamado de Kicillof es esperado incluso con más expectativa que el de Massa: al cabo, los recursos que reciben surgen desde la provincia. Como contó otro alcalde del PJ a Clarín, la sensación entre los dirigentes territoriales es que hoy la urgencia está a nivel nacional: «Hoy nos necesitan más ellos que nosotros. Algunos compañeros repartieron la boleta completa y se comieron una piña y perdieron en su municipio. Si para octubre no hay un rumbo claro, el corte del domingo va a ser chiquito (en comparación)».

No está claro cómo puede revertir este escenario el comando de campaña nacional que trabaja para Massa. Sucede que en algunos distritos, la diferencia entre los votos que obtuvo el intendente y la boleta presidencial superó los 20 puntos. Incluso en territorios massistas, como en San Fernando, donde Juan Andreotti, anotó 53%, pero la suma de Massa y Grabois apenas pasó los 33%. En Escobar, pasó algo similar: Ariel Sujarchuk obtuvo 46%, unos 14 puntos más que las boletas presidenciales.

La disputa en Buenos Aires no es lo único que quedó bajo la lupa luego de la caída del domingo. Que Milei se haya impuesto en 16 provincias, incluidas varias de las que en las elecciones locales ganó el peronismo con comodidad, como el emblemático caso de Tucumán, no pasó desapercibido en el búnker de UxP ubicado en calle Bartolomé Mitre al 300. Aunque los gobernadores no asumen la acusación de «brazos caídos» que les llega desde Capital Federal. «No nos pueden acusar a nosotros. No hubo coordinación y faltaron recursos», reclamó uno de ellos consultado por este diario.

La falta de un norte a la que aluden las fuentes consultadas no tiene que ver sólo con la estrategia de campaña sino también con la respuesta que el Gobierno disponga para los sectores vulnerables en las próximas semanas, sobre todo ante el impacto que la devaluación post PASO ya genera en el costo de los alimentos. Desde lo gestual, se espera una actitud más proactiva. Ya no hay voces que, a diferencia de lo que se escuchaba previo al domingo, resalten el esfuerzo de Massa al frente del Palacio de Hacienda.

Por lo bajo, crece el debate respecto a la conveniencia de que siga al frente del Ministerio de Economía hasta el 10 de diciembre. Su equipo de colaboradores dejó saber tras la derrota del domingo que eso no está en duda y ratificó que seguirá con su doble función, pero entre la tropa oficialista se extiende con más velocidad la idea de que complica las chances electorales de UxP.

«Yo creo que debe dedicarse a la campaña pero hay que evaluarlo entre todos y tomar la decisión que más le convenga al conjunto. No se trata de Sergio, que se hizo cargo en un momento muy complicado. Hoy creo que hay que priorizar lo colectivo y tomar dimensión de lo que se juega en octubre. Es Massa y un espacio que, con dificultades y errores quiere más derechos para la gente, y dos opciones que vienen y repiten que van a achicar derechos», expuso ante este diario un dirigente con responsabilidades en la campaña.

No es el único que piensa lo mismo. Aunque por fuera del esquema de campaña, pero de indudable peso específico en el kirchnerismo, el diputado ultracristinista Eduardo Valdés se animó a plantearlo públicamente. «Después de volver de Estados Unidos y cumplir la misión del desembolso del FMI, tiene que bajar al llano y dejar el Ministerio de Economía en manos de otro», dijo al canal C5N. Y lo fundamentó: «Necesitamos un candidato que nos proponga algo distinto a este realidad, que no tenga que reflexionar todos los días sobre la cotidianeidad».

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