El candidato presidencial Fernando Villavicencio fue asesinado este miércoles 9 de agosto tras recibir varios disparos a la salida de un mitin politico. El hecho fue reportado por redes sociales y confirmado por miembros cercanos de su equipo de campaña.
Según reportaron medios locales, también hay un policía herido y en el lugar los delincuentes lanzaron una granada que no explotó.
El atentado ocurrió a las afueras del coliseo de una unidad educativa en el norte de Quito, ubicada en la Av. Amazonas y Gaspar de Villarroel.
Lasso se ha dirigido a la nación tras el asesinato, que ha tenido lugar alrededor de las 18:15 hora local (23:15 GMT), para informar de su decisión de decretar el estado de excepción durante 60 días y para ratificar que las elecciones presidenciales se celebrarán el próximo 20 de agosto, tal como estaba previsto, pero con un despliegue de militares en todo el país para garantizar la seguridad. Lasso disolvió en mayo la Asamblea Nacional al aplicar la llamada «muerte cruzada», forzando así esta convocatoria extraordinaria de elecciones.
«Las investigaciones continúan y aplicaremos todo el rigor de la ley para que los responsables materiales e intelectuales paguen con la máxima pena», ha afirmado el presidente tras una reunión con el comité de seguridad del Estado. Lasso también ha detallado que los autores del crimen lanzaron una granada en su huida a la calle, que no detonó y ha sido destruida de forma controlada posteriormente.
La Fiscalía General del Estado ha anunciado que seis personas han sido detenidas durante la noche por su presunta participación en el asesinato tras haber llevado a cabo varios registros en dos barrios de la capital ecuatoriana.
Villavicencio era un destacado crítico del expresidente Rafael Correa y se labró su prestigio como periodista de investigación destapando sospechas de corrupción de los integrantes de su Gobierno. Decidió lanzarse a la carrera electoral con el objetivo de no ceder en nada al correísmo y fue acusado de ser el candidato encubierto del oficialismo que representa Lasso, pese a que también había dirigido sus críticas al actual jefe del Estado.
El asesinato del candidato electoral se ha producido en medio de una escalada de violencia que atraviesa el país desde hace algo más de dos años debido a la acción de bandas criminales. Ecuador registró el año pasado la mayor tasa de muertes violentas de su historia, y el Gobierno ha achacado esta situación al crimen organizado y al narcotráfico.
Los múltiples crímenes que se reflejan a diario en los medios de comunicación han sembrado el terror entre la población. Al mismo tiempo, Ecuador se ha convertido en uno de los puntos geográficos claves desde donde la cocaína llega a Europa y Norteamérica.
La lucha contra el crimen ha sido una de las principales promesas de los candidatos que aspiran a suceder en la presidencia a Lasso en las elecciones generales extraordinarias.
Candidatos rivales suspenden campañas
Varios de los rivales de Villavicencio han anunciado tras la muerte del político su intención de suspender sus campañas. Asimismo, han pedido unidad y un pacto para afrontar la crisis de seguridad que se vive en Ecuador y de cara a las próximas elecciones.
«Indignado por este cobarde asesinato a Fernando Villavicencio. Lo menos que puedo es expresar mi solidaridad a sus familiares y simpatizantes militantes. Y por eso he decidido suspender la campaña electoral», ha indicado Yaku Pérez, quien quedó tercero en las elecciones de 2021, en las que Guillermo Lasso ganó la Presidencia. El también candidato y el experto en seguridad Jan Topic se ha unido a la suspensión de los actos que tenía programados.
«No queremos más reuniones, no queremos más declaraciones, exigimos acciones. Le faltan todavía tres meses de Gobierno. Actúen, nos estamos muriendo, nos estamos ahogando en un mar de sangre y lágrimas, y nosotros no nos merecemos vivir así», ha reclamado por su parte el exvicepresiente Otto Sonnenholzner, en referencia a los miles de asesinatos ocurridos en el país en los últimos meses.
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