El puntero del PJ Julio “Chocolate” Rigau, que tenía un pedido de detención porque es investigado ante la sospecha de que es parte de una organización dedicada a financiar la política mediante empleados ñoquis en la Cámara de Diputados bonaerense, se entregó este sábado en una comisaría de La Plata. Lo hizo a solo una semana de las elecciones generales del 22 de octubre.
Rigau, detenido el 13 de septiembre pasado con 1.270.000 pesos cuando sacaba dinero con 48 tarjetas de débito ajenas de un cajero automático del centro platense, había sido liberado por Juan Alberto Benavides y Alejandro Villordo, dos camaristas que el 21 de septiembre pasado anularon la causa porque argumentaron que la policía lo había metido preso sin causa, violando su intimidad. Pero ese fallo fue revocado el jueves pasado y la justicia volvió a pedir la captura de Rigau.
El empleado de la Cámara de Diputados bonaerense se mantuvo prófugo un día, pero esta tarde se presentó con sus defensores en la comisaría 2da. de La Plata, donde había pasado sus primeros días preso. No va a permanecer allí sino que esta misma noche será traslado a otro lugar de detención, por su seguridad y para evitar que goce de beneficios especiales. La entrega fue sin intervención del juez Federico Atencio y la fiscal Betina Lacki, que ya ordenó que lo deriven a la comisaría 1a. de La Plata y de ahí irá a la secccional 8ava de la capital provincial.
ajenos, de supuestos ñoquis; y que se estaría ante “un acto de corrupción de inmensurable trascendencia”.
“La extensión del daño causado y las aristas que permiten analizar la conducta aquí investigada, resultan pautas significativas para vislumbrar que, de recaer sentencia condenatoria, habrá de ser de cumplimiento efectivo”, dijo Atencio, por lo que es probable que rechace ahora también su excarcelación.
“La significativa cantidad de tarjetas utilizadas y el alto monto de dinero que con ellas fuera extraído, no pudo escapar -cuando menos- del conocimiento de la superioridad jerárquica del organismo en el que el prevenido presta servicios, lo que posibilitaría además que, con el devenir de la pesquisa, se llegara a detectar un acto de corrupción de inmensurable trascendencia”, escribió el juez.
Ante la seguridad de que ningún tribunal otorgaría una eximición de prisión si Rigau no “se ponía a derecho”, su defensa se habría decido por necesidad presentarse en la seccional platense, quedar detenido y así esperar que la Cámara de Apelaciones y Garantías resuelva el pedido de revocatoria del rechazo original dictado por el juez Atencio.
La defensa de Rigau da por descartado que Atencio y la fiscal Lacki rechazarán la excarcelación extraordinaria, pero apuesta sus fichas a contar con el visto bueno de los camaristas Benavides y Villordo, los mismos jueces que habían anulado el caso caso.
A la hora de rechazar la eximición de prisión de Rigau, Atencio consideró que está acusado de defraudaciones reiteradas -con 177 hechos consumados y 45 hechos tentados-. La escala penal implica que en caso de ser condenado la pena supera ampliamente los ocho años de prisión. A pesar de que el mínimo permite una ejecución condicional de la pena, el juez entendió que las condiciones personales de Rigau no hacen posible otorgarle el beneficio.
La excarcelación ordinaria no podría prosperar, dados estos antecedentes, pero Rigau podría pedir una excarcelación extraordinaria basado en el estado de salud de su esposa, que está delicada, y se hace necesaria su presencia para cuidarla. Rigau cree que este pedido puede prosperar en la Cámara de La Plata y que lo manden a su casa con una tobillera electrónica que le impida profugarse. Pero estas son especulaciones y estretegias de su defensa
Por lo pronto, Rigau será traslado a otra seccional a la espera de que se decida su situación. Ahora la fiscal Lacki también puede avanzar con el resto de la producción de la prueba, incluidas las 20 medidas que ordenó hace una semana, que incluyen la declaración de los dueños de las tarjetas de débito y el análisis del celular de Rigau dispuesto para el 20 de octubre, antes de las elecciones. Ese teléfono tiene centenares de contactos y grupos de WhatsApp de los que supuestamente siguen en la cadena de responsabilidades a Rigau.
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