Veinte docentes de ocho países de Latinoamérica participaron de un programa que mejoró la formación de los estudiantes y sus relaciones escolares en primarias y secundarias de distintos ámbitos y modalidades.
Proyectos que involucran a los estudiantes en el diseño de videojuegos, que procuran mejorar las relaciones escolares o que los tienen como protagonistas de la identificación de sus emociones fueron algunos de los trabajos presentados en el Congreso sobre del Desarrollo del Carácter que tuvo lugar en la Universidad Austral, en Pilar.
¿Tiene sentido formar ciudadanos que dominen la técnica pero que no hayan desarrollado la justicia y la honestidad? ¿Cuál es la relación entre las virtudes y el rendimiento académico de los estudiantes? Estas preguntas y muchos otros interrogantes fueron los disparadores profundizados en el encuentro por docentes, expertos y ministros de Educación.
El Congreso, organizado por la Fundación Varkey en alianza con la Fundación Jhon Templeton, fue la oportunidad para que 20 docentes de ocho países de América Latina presentaran los principales resultados de sus trabajos sobre desarrollo del carácter.
¿Qué es la educación del carácter?
Se trata de aquellas actividades que se dan en el aula y apuntan a desarrollar ciertas fortalezas del carácter para mejorar las relaciones escolares e impulsar el potencial de cada estudiante. El principal fundamento de esta iniciativa es que el desarrollo del carácter de los estudiantes puede ser un aliado clave del aprendizaje.
Para trabajar en el programa, las fundaciones organizadoras convocaron a reconocidos maestras y maestros de Perú, Chile, Uruguay, México, Colombia, Brasil, Ecuador y Argentina. Cada docente puso en práctica propuestas innovadoras en base a su realidad para mejorar las relaciones escolares y promover el aprendizaje.
“El proyecto pone el foco en los docentes porque ellos son justamente quienes les van a dar la libertad y la capacidad de soñar a miles de chicos”, explicó Agustín Porres, director regional para América Latina de la Fundación Varkey, en el acto de apertura del Congreso.
El encuentro abrió con la actuación de la orquesta Sonidos de Luz, integrada por músicos ciegos o de baja visión dirigidos por el maestro chileno Cristóbal Rojas Basso, uno de los participantes del programa.
Las ponencias de dos ministros de Educación, Nicolás Zárate (Paraguay) y Robert Silva García (Uruguay) al comienzo, y la charla con el ex ministro Esteban Bullrich (de manera remota), al cierre del Congreso, acompañaron las presentaciones de los proyectos.
Estos son algunos ejemplos de las iniciativas que fueron presentadas durante el congreso.
– Mariela Guadagnoli impulsó tutorías entre estudiantes de diferentes edades en su escuela secundaria de Gálvez, en Santa Fe, para evitar la frustración y el abandono escolar en una comunidad muy vulnerable. Los estudiantes usaron la plataforma Mobbit para programar juegos didácticos usando los contenidos de distintas áreas y armaron un árbol de la vida para trabajar el autoconocimiento.
– Sindey Bernal, la maestra de Bogotá, trabajó la problemática de la depresión infantil en el nivel primario de su escuela, una realidad que comenzaron a detectar hace un tiempo. Interesó a sus alumnos en el diseño de un programa de juegos, representando emociones mediante colores y con estrategias para elegir recorridos que los hacen sentir bien y ayudan a otros.
– Gustavo Calderón de Anda es maestro en Jalisco, en una escuela de jóvenes talentos en los que sus familias ponen todas sus expectativas para salir adelante. Promovió un trabajo de identificación de habilidades para que cada estudiante descubriese lo que le interesaba y desarrollara su potencial. También implementó prácticas con perspectivas de género que tuvieron un impacto positivo en el conjunto de sus estudiantes.
Los maestros que participaron del Proyecto son Aleyda Leyva Chévez y Santos Guillermo Guevara de Perú; Carolina Muñoz, Mariela Guadagnoli y Gisela Gómez de Argentina; Mario Santibáñez y Cristóbal Rojas Basso de Chile; Darío Greni Olivieri, Marcela Henríquez Aravena y Marcia Hernández de Uruguay; Elisa Guerra, Diana Rubio Navarro y Gustavo Calderón de Anda de México; Katherine Franco Cárdenas, John Alexander Echeverri y Eduardo Pérez León de Colombia; José Diego Caiza Guevara de Ecuador y Jayse Ferreira de Brasil.
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