El familiar del mecánico asesinado habló con los medios de comunicación. «En Rosario te matan y después se fijan si tenés 10 pesos en el bolsillo», señaló.
En este sentido, aseguró: «Me arrancaron un pedazo de vida. Mi hermano no se murió, a mi hermano lo mataron».
La violencia no cesa en Rosario. Durante la tarde de este lunes asesinaron a un mecánico de un tiro en la cabeza.
Más temprano, vecinos y familiares de Máximo Jerez, el niño de 11 años asesinado el pasado domingo en Rosario, atacaron a piedrazos la casa de un presunto vendedor de drogas, le prendieron fuego la moto y el hombre respondió a los tiros desde el balcón.
Todo ocurrió cuando los familiares, amigos y allegados del niño fallecido a causa de un disparo regresaban del velorio en Rosario.
Minutos después llegaron varios patrulleros de la policía federal y los vecinos le exigieron que detengan al presunto narco, que tenía la cara ensangrentada producto de un piedrazo recibido unos minutos antes.
El domicilio del principal sospechoso por la muerte de Máximo Jerez quedó destruido tras el ataque de los vecinos.
Según informó el medio local Rosario 3, el crimen ocurrió en Rondeau al 3900, barrio La Florida, donde la víctima tenía su local, un taller mecánico. Aparentemente, el hombre había puesto en venta un auto y el homicida se hizo pasar por interesado en comprarlo.
El lugar del asesinato es a metros de un centro de jubilados. Según las primeras informaciones, la víctima vivía en el lugar donde trabajaba.
El asesino se habría hecho pasar por una persona interesada en un vehículo a la venta, indicaron fuentes del caso al medio rosarino.
El hombre asesinado fue identificado como Gustavo Leonel Granados (35). El cuerpo quedó en la vereda mientras sus familiares lloraban desconsolados a su lado.
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