Desde hace cinco años, el grupo de maestras hace esa rutina, viajar, a dedo, en colectivo, en autos prestados, para dar clases en la Escuela de Educación Integral Nº 14 María Montessori, de Santa Elena.
El viaje de regreso lo hacen juntas en el auto de una de ellas.
El calor, la falta de lluvia, ha sido un tema recurrente en los días que lleva marzo, y cómo no, también entre las docentes que van y vuelven a su trabajo, entre La Paz y Santa Elena, y viceversa.
Eso, el calor, la falta de lluvias, fue tema de charla, y eje de los videos que suben a la red social y que se han comenzado a viralizar.
Otro día, subieron a TikTok un video: las mismas docentes, en la banquina, bailando un baile ritual, dan vueltas entre ellas, y el sonido, dice: «Escucha las palabras, los secretos escondidos en la noche». Todo eso para invocar a la Madre Naturaleza para que traiga la esperada lluvia.
Otro día, las cinco docentes, sentadas sobre el césped, al costado de la ruta, con sombrillas y abanicándose, como en día de picnic. «¿Qué día es hoy?», pregunta una. «¡Viernes!», contestan todas a coro. Entonces se paran, y comienzan a bailar.
Ana Galeano, una de las maestras del grupo, cuenta: “Somos docentes que vivimos en La Paz, pero trabajamos en la Escuela de Educación Integral Nº 14 María Montessori, de Santa Elena. Viajamos todos los días; yo viajo en mi auto debido a que tengo otro trabajo y mis amigas, Rocío Bel, Pamela Martínez, Gisela Aranguiz, y Melina Amembi viajan en ocasiones a dedo y otras veces en el colectivo y regresamos en mi auto, siempre regresamos con música, cantando, tocando bocina”.
La alegría, el clima festivo, es, dice, a modo de agradecimiento por el hecho de que “regresamos a casa y tenemos trabajo. Así se nos ocurrió parar en la ruta a tomar fresco porque con el aire consumimos más nafta! Y ahí le pedimos a la Pachamama que nos mande lluvia! La lluvia llegó Santa Elena” cuenta.
La idea, fortuita, ahora tiene seguidores. Sucede que las coreos, los cantos, las invocaciones a la Pachamama quedan grabados en video y esos videos se suben a las redes. Entonces, las docentes viajeras tomaron una decisión: “Como nos hace bien y a mucha gente les gustó, a partir de ahora lo vamos a hacer tres veces a la semana. Llevamos todo lo necesario para la coreografía y si se hace viral, queremos que nos ayuden con cosas q nos hacen falta en nuestras escuela”, explica.
Todo lo que consigan será para sus alumnos, la mayoría de bajos recursos. No saben muy bien cómo instrumentar todo eso, pero lo están pensando. Mientras, siguen con sus viajes, y sus cantos y sus bailes al costado de la ruta. Dicen que así ya se han ganado una platea fiel: los automovilistas que cruzan la ruta que ellas transitan.
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