«En distintas ciudades del mundo, se han colocado corazones como símbolo de la solidaridad y de lo que significa recolectar tapitas de gaseosas», comentó Amanda Bordagaray, señalando que es una acción de cuidado con el medio ambiente que permite recaudar fondos a la Fundación que son destinados al hospital y a la Casa Garrahan, donde se alojan los chicos que reciben tratamiento, y «además, que da trabajo a muchas personas en la tarea de reciclado, restituyendo dignidad».
El «corazón» lleva el nombre de Luciana Comas, en recuerdo de esta joven concordiense de 33 años que murió victima del cáncer. A medida que se vaya llenando de tapitas, se visualizará la solidaridad de los concordienses. «Los pequeños gestos son los que enaltecen las acciones, cuando se toca el corazón del concordiense es seguro que se obtiene una respuesta. Concordia es una ciudad muy solidaria», destacó Cristina Salas, madre de la joven. «Juntando las tapitas se ayuda mucho, con poco de cada uno hacemos mucho, y se ayuda a muchos chicos que necesitan y que están atravesando una situación de enfermedad», explicó.
«Con Fundación Garrahan trabajamos permanentemente en conjunto, apoyando y difundiendo las acciones de concientización y de recolección de tapitas que realizan, pero también hace unos días ello se acercaron y donaron una cantidad de mascarillas de protección facial, elaboradas con tapitas recicladas, que fueron destinadas a los operativos de control en los accesos a la ciudad y al personal de salud», señaló por su parte el intendente Alfredo Francolini. «Y ahora también con esta propuesta que el Ente Costanera concretó», agregó.