Novedades

«Los hackers de Urribarri» en el nuevo libro sobre la muerte del fiscal Nisman

En un nuevo libro, el periodista de investigación Daniel Santoro (Clarín) revela los secretos en torno de la muerte del fiscal Alberto Nisman. El dosier que el espía Jaime Stiuso le presentó al gobierno de Barack Obama para denunciar a Cristina Fernández de Kirchner es uno de los temas que se abordan. En un capítulo se incluye el escándalo de los hackers del exgobernador entrerriano Sergio Urribarri, que luego fueron funcionarios del gobierno de Gustavo Bordet e instalaron un troyano en el teléfono del fiscal fallecido.

Nisman, anatomía de un crimen, se titula el libro que estará a la venta en los próximos días. Allí Santoro cuenta que por qué cambió su hipótesis sobre la muerte de Nisman. En un libro de 2015, Nisman no debe morir, dijo que podría haber sido un suicidio inducido y ahora sostiene que fue un asesinato.

“Cuando escribí el libro anterior no existía el informe de Gendarmería Nacional de 2016, que afirma que fue asesinato, a partir de que el cadáver no tenía pólvora en sus manos, que el tiro en la cabeza no fue con el caño apoyado en la sien como hacen los suicidas, que fue un tiro oblicuo, que tampoco se llevó la pistola Bersa a la boca, y que la forma de la caída no pudo haber sido parado frente al espejo sino que estaba rodilla a tierra en el momento que le disparan”, explicó el autor en una entrevista reciente.

“Hubo, además, un estudio de las manchas de sangre sobre el vanitory y el hallazgo de ketamina en las vísceras de Nisman, que no se conocía en el primer informe de los peritos de la morgue judicial del día siguiente al crimen. Hubo una actitud del gobierno de Cristina Kirchner de plantear esto desde el principio como un suicidio, con una fiscal que no estaba preparada para investigar el caso, que llegó tarde al lugar del hecho y que, en vez de declararse incompetente y pasar la causa a la Justicia federal, se negó a hacerlo y a crear un equipo de fiscales para investigar un caso como este”, agregó.

“No se puede entender el crimen de Nisman sin la causa Amia ni sin el pacto con Irán. Las idas y venidas son algo retorcido, complicado. En el caso del pacto con Irán, el juez Daniel Rafecas cerró la causa sin ejecutar una sola de las medidas de prueba que pedía Nisman. Cerró la causa, la archivó y la Sala I de la Cámara Federal porteña confirmó el archivo de la causa. Son temas de gran complejidad, con un nivel fino y de detalles que los hace muy difícil de entender para el común de la gente”, explicó luego.

Los espías entrerrianos

En el reportaje, Santoro hizo mención a Entre Ríos y a una serie de datos que incluyó en uno de los capítulos del nuevo libro. “Cristina primero habló de suicidio, luego dijo que fue un asesinato, mientras Aníbal Fernández hacía campaña sucia contra la familia de Nisman y hablaba de meter presa a la madre, porque habían encontrado una cuenta bancaria en Nueva York. Pero, luego, como cuento en el libro, surgieron datos nuevos, como los dos hackers del gobierno del entrerriano Sergio Urribarri, que a las cuatro de la tarde del día del asesinato entraron a una base de datos de Migraciones para saber si el espía Jaime Stiuso había salido del país, y fueron los mismos que habían instalado un troyano en el celular del fiscal Nisman”, resaltó.

Paquetes de vacaciones en familia

La referencia es a Pablo Palá y Alexis Lesa, ambos miembros del Grupo Octógono, dedicado al desarrollo de páginas web y otras herramientas informáticas en Paraná. Fueron procesados por la justicia federal por hacer inteligencia ilegal sobre el ex director de Contrainteligencia Antonio Stiuso y la jueza federal Sandra Arroyo Salgado en horas previas a la muerte de Nisman.

El procesamiento fue confirmado el año pasado, cuando Lesa era director de Informática del Gobierno de Entre Ríos durante la gestión de Bordet. Palá es empleado de planta del Tribunal de Cuentas de la provincia, en el área Cómputos.

Semanas más tarde Lesa presentó la renuncia al cargo y Palá se tomó seis meses de licencia en el organismo de control luego de los cuales se reintegró a trabajar.

El procesamiento dictado por el juez Julián Ercolini fue confirmado por la Sala II de ese tribunal de alzada integrado por Martín Irurzun y Eduardo Farah. Roberto Boico no firmó por estar de licencia.

El tribunal recordó que en principio “la fiscalía (al pedir la indagatoria de Pablo Palá y Alexis Lesa) y el juez (al disponer el acto, escuchar sus descargos y luego procesarlos), posaron especialmente la atención en determinadas consultas de movimientos migratorios que fueron materializadas desde un usuario de la Dirección de Contrainteligencia de la Secretaría de Inteligencia”.

Incluso, se manejaban utilizando una clave de un agente de inteligencia de la AFI (Agencia Federal de Inteligencia). Los acusados dijeron en su descargo que solo hacían actividades comerciales lícitas que desplegaban en materia informática.

Sobre el autor

Daniel Santoro es el periodista argentino más premiado nacional e internacionalmente por la calidad de sus investigaciones periodísticas. Es autor de una docena de libros investigativos sobre conocidos episodios de la política argentina en las últimas décadas. Actualmente, se desempeña como editor de Judiciales del diario Clarín y es maestro de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano.

compartir