Juan J. Simonetti, secretario general del gremio mercantil de Concordia, destacó la importancia de entregar kits escolares y indumentaria a los hijos de los trabajadores, ya que los costos de estos artículos son altísimos y muchos no pueden permitírselos con su salario. Simonetti resaltó que más de 1200 chicos han recibido estos kits, lo que es fundamental para la educación. Esta iniciativa busca apoyar a las familias de los trabajadores del comercio y garantizar que los niños tengan acceso a los útiles necesarios e indumentaria para su educación, destacó en diálogo con Mónica Saavedra para 96.5 FM Cadena Entrerriana.
Según Simonetti, el escenario para los trabajadores no ha mejorado significativamente este año, a pesar de que la inflación parece estar estabilizada. De hecho, afirmó que los trabajadores están «mucho más pobres» que el año pasado debido a la devaluación del 120% y al aumento constante de los servicios básicos como la luz, el gas y los alquileres. Esto hace que el salario actual de alrededor de 800 mil pesos sea insuficiente para mantener a una familia. Tenemos casos que pueden ganar un millón de pesos, pero la canasta está en un millón cien mil pesos. El gobierno afirma que la inflación no superará el 2%, pero en el trimestre de enero a marzo, hemos logrado negociar un aumento del 5,1%. Sin embargo, si no se alcanza este porcentaje, no se homologarán los aumentos. Además, después de una devaluación del 120%, es improbable que podamos recuperar completamente el valor perdido, «eso no lo recuperamos más», remarcó.
La triangulación de los aportes de los trabajadores entre las obras sociales y las prepagas ha sido un tema candente a nivel nacional al respecto el Secretario General de CEC explicó, «recientemente, se han adoptado medidas para evitar esta práctica, que beneficiaba a las obras sociales sindicales y las prepagas, pero no necesariamente a los trabajadores». Nuestra obra social, con casi 2,3 millones de beneficiarios, no se ve afectada por esta medida, ya que su tamaño y alcance le permiten brindar servicios de manera directa.
Sin embargo, la situación es más complicada para otras obras sociales y prepagas. La devaluación del peso y el aumento de los costos de los insumos médicos en dólares han generado un desafío para estas entidades. Aunque se ha eliminado la triangulación, todavía existen dudas sobre cómo se distribuirán los aportes de los trabajadores y cómo se garantizará la calidad de los servicios de salud, subrayó Simonetti.
La realidad es que el aporte del trabajador para la salud es insuficiente. Un trabajador con un aporte de 20 mil pesos, por ejemplo, no puede cubrir los gastos de salud para él y su familia. Una consulta con un médico especialista cuesta alrededor de 35 mil pesos, lo que supera con creces el aporte mensual. Incluso si se elimina la intermediación y se da directamente el aporte al proveedor de salud, el problema persiste: el dinero simplemente no alcanza.
La relación entre el salario y el costo de la salud es desproporcionada. El aporte para la salud es una fracción del salario, pero el costo de los servicios de salud es extremadamente alto. Esto deja a los trabajadores y sus familias sin acceso a una atención médica adecuada. La situación es crítica y requiere una solución más profunda que simplemente cambiar la forma en que se distribuye el aporte, afirmó.
La política gubernamental beneficia a los empresarios, pero no a los trabajadores. La asignación de fondos para la salud a las prepagas es insuficiente y no garantiza acceso a servicios médicos adecuados. Los trabajadores deben pagar adicionales para recibir atención especializada, lo que es especialmente difícil para aquellos con patologías complejas que requieren tratamiento en la Capital, por ejemplo. Esto genera una carga financiera insostenible para los trabajadores y sus familias.
En cuanto a la política de viviendas que lleva adelante el sindicato mercantil señaló que, «a pesar de los desafíos, el gremio ha logrado construir 300 viviendas en un período de tiempo». Tenemos 119 lotes aprobados, después de remodelar el proyecto inicial que contemplaba 140 lotes. Llevamos dos años trabajando en este proyecto y estamos enfocados en desarrollar la infraestructura necesaria para acceder a créditos y financiamiento. Nuestro objetivo es proporcionar viviendas básicas, aunque no terminadas, para que las familias puedan mudarse y completar la construcción de sus hogares según sus necesidades y posibilidades.
Sin embargo, la situación actual hace que sea difícil para las personas acceder a una vivienda propia. Los alquileres son prohibitivos, superando los 500 mil pesos, y los créditos para la vivienda son inaccesibles para aquellos que ganan menos de un millón de pesos. Es necesario encontrar alternativas para construir viviendas a menor costo y hacerlas accesibles para las personas.
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