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Lazzarini: «Tememos un brote de cólera en Gaza»

Philippe Lazzarini ha trabajado para la ONU en muchos países. Se ocupó de tareas humanitarias en Irak, Somalia y Angola. Pero nunca se ha sentido tan desesperanzado como ahora, dice del diplomático suizo-italiano. Desde 2020 dirige la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA, por sus siglas en inglés). «Hemos tocado un nuevo fondo en lo que respecta al permanente desacato de las Naciones Unidas. Si no nos resistimos y defendemos a las Naciones Unidas, no sé cómo podremos ejercer influencia en el futuro en cualquier conflicto”, señaló durante una visita a Berlín.

Lazzarini, quien actualmente trabaja desde la capital jordana, Amán, busca respaldo para su organización. Quizás no sea un momento tan apropiado: el Berlín político está sumido en la campaña para las elecciones europeas del domingo. Pero la UNRWA tiene gran necesidad de apoyo. Israel acusa a esta agencia de la ONU de estar infiltrada por el grupo terrorista islamista Hamás. Diez de sus empleados fueron despedidos por acusaciones de haber participado en la masacre cometida en Israel el 7 de octubre del año pasado. Pero una comisión independiente no encontró pruebas de una cooperación sistemática con Hamás. La comisión fue dirigida por Catherine Colonna, quien fuera ministra de Relaciones Exteriores de Francia hasta enero de este año, y presentó su informe final en abril.

La ayuda de EE. UU. sigue congelada

No obstante, numerosos países, como Estados Unidos, Gran Bretaña, Japón, Suiza y Austria congelaron por lo pronto sus aportes financieros a la UNRWA. Alemania, que en el año 2022 entregó cerca de 200 millones de euros, el mayor aporte después del de Estados Unidos, ya había girado su contribución antes de que se conocieran las acusaciones. Y, entretanto, ha anunciado su disposición a seguir respaldando a la UNRWA. Estados Unidos, por su parte, congeló sus pagos hasta 2025.

Temor a brote de enfermedades

Lazzarini aseguró ahora en Berlín que seguirá tomando muy en serio los reproches y que se está investigando a 14 acusados. Pero rechazó que se ponga en tela de juicio a sus 32.000 colaboradores, que no solo trabajan en la Franja de Gaza, sino también en Cisjordania y en Jordania. En la Franja de Gaza hay cerca de 13.000 colaboradores de la UNRWA. El comisionado general de dicha agencia habló también acerca de la inconmensurable miseria imperante en la Franja de Gaza: «En este momento tememos, sobre todo, el brote de enfermedades como el cólera. Además, tenemos que encontrar una manera de combatir el hambre. Y, en el sur, donde se encuentra en la actualidad la mayor cantidad de gente, la situación ha empeorado dramáticamente desde la ofensiva israelí de mayo”.

Preocupación especial por los niños

Lo que más preocupa al diplomático de la ONU son los niños. «Tenemos en Gaza aproximadamente 600.000 niños en edad escolar, y tiene absoluta prioridad volver a llevarlos a un ámbito educacional. Y no hay ninguna entidad palestina operativa que pudiera hacerlo”. Por un momento, Lazzarini guarda silencio, buscando una manera de formularlo: «Nunca hemos estado en una situación semejante, nunca habíamos perdido a tantas personas”, dice.

Encuentros en Berlín

En la agenda de Lazzarini en Berlín figura una reunión con Jens Plötner, asesor de política exterior del canciller alemán Olaf Scholz, y conversaciones con la ministra de Desarrollo, Svenja Schulze, así como con representantes de las diversas bancadas parlamentarias. Entre ellos, el presidente de la Comisión del Exterior, Michael Roth, quien afirmó: «Necesitamos una organización asistencial que goce de confianza tanto de la parte palestina como de la parte israelí”. Eso es algo que, a todas luces, no existe en este momento, aunque Lazzarini informó que también está en contacto con Israel. Señaló que había pedido al gobierno israelí que le diera los nombres de otros empleados la UNRWA que estén bajo sospecha de cooperar con Hamás, pero hasta ahora no ha recibido esas informaciones.

«Un shock como el del 11 de septiembre»

Lazzarini cuenta también que sus colaboradores todavía están activos en la Franja de Gaza, por ejemplo, en hospitales y escuelas. Y entrega su apreciación de lo ocurrido en el Cercano Oriente desde el ataque terrorista de Hamás contra Israel: «El 7 de octubre tuvo para la región un significado similar, fue un shock similar, al del 11 de septiembre de 2001 para el mundo entero”.

El diplomático aboga por la solución de los dos Estados, pero considera que primero hay que superar la situación actual: «En todas partes hay falta de interés de aplacar realmente este conflicto de tan larga duración entre israelíes y palestinos”. Sus palabras no suenan esperanzadas.

(ers/cp)

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