El juez federal de Concepción del Uruguay, Pablo Andrés Seró, fue hallado muerto este jueves tras caer al vacío desde un edificio en pleno centro y hay conmoción debido a que la principal hipótesis que se maneja en la investigación es que se quitó la vida.

Este jueves los vecinos de Entre Ríos se vieron conmovidos por la aparición del cuerpo del juez federal junto a un auto estacionado en el cruce de las calles Galarza y Eva Perón tras caer al vacío.

Rápidamente los médicos acudieron al lugar y constataron que el hombre de 55 años había fallecido producto de politraumatismos.

En las primeras investigaciones los testigos destacaron que no vieron a otras personas junto con Seró, sumado a que, según cercanos, afrontaba un cuadro severo de depresión, motivo por el cual la principal hipótesis que se maneja es que se suicidó.

En medio de un escenario de angustia, trabajan en el lugar personal de la División Criminalística de la Policía de Entre Ríos y la fiscal María Occhi.

Durante sus años de trayectoria fue juez en casos de suma importancia como, por ejemplo, crímenes de lesa humanidad en la Dictadura, narcotráfico y causas vinculadas con la banda Los Monos.

Pese a que la conjetura de que se quitó la vida es la principal, los investigadores anunciaron que se llevan a cabo todas las averiguaciones para saber con certeza qué pasó con Seró. 

Según publicó El Miércoles Digital, en la misma mañana de su deceso, Seró firmó en el Juzgado Federal algunas resoluciones de una causa en trámite, que le acercó su secretaria, y luego se dirigió al edificio donde vive su madre (que se encuentra a solo unos metros de la sede judicial). Incluso antes de salir le dijo a otro funcionario judicial: «Después paso a tomar unos mates».

Por su parte el jefe de Policía Departamental, comisario Esteban Allegrini, manifestó en LT11 que Seró llegó al Edificio Antares, habló con el portero, visitó a su madre y luego se dirigió a la terraza

El funcionario policial dijo que sospechan que «estuvo sólo en la terraza».

Poco más tarde se conocía la novedad que consterna a la comunidad uruguayense.

Pablo Seró tuvo a su cargo, en sus catorce años a cargo del Juzgado Federal Nº 1 de Concepción del Uruguay, numerosas causas que tuvieron repercusión por razones diferentes.

Recientemente, Seró debió tomar la investigación del secuestro y desaparición de Gastón Tallone, oscuro empresario relacionado con el negocio portuario en el Puerto de Concepción de Uruguay, cuya familia pagó un rescate de 65.000 dólares, pero no tuvo respuesta. En la causa la hipótesis investigativa era que Tallone se quedó con un cargamento de cocaína de un grupo brasilero con contactos en Rosario (supuestamente vinculado a «Los Monos»). En esta causa Seró se declaró incompetente por cuestiones de jurisdicción.

Días atrás Seró volvió a convertirse en eje de algunas discusiones cuando se supo que, tras haber sobreseído en dos ocasiones a comerciantes investigados por facilitar la venta de drogas prohibidas, la justicia federal lo contradijo y le dio la razón a la fiscal Josefina Minatta, quien insistió en que debían ir a juicio oral. La noticia tuvo especial impacto porque uno de los investigados era, hasta ese momento, funcionario del gobierno de Rogelio Frigerio.

NA/El Miércoles Digital