Shahram Dabiri ingresó por el aeropuerto de Ezeiza el 20 de marzo como un médico en plan turista y estuvo dos semanas de vacaciones.Cómo tramitó su visa en el consulado y logró pasar los controles sin despertar sospechas.»No cometí ningún error», dijo en un descargo público tras ser destituido.
Crece el escándalo que generó la difusión de las fotos del vicepresidente iraní Shahram Dabiri vacacionando en la Argentina. Es que la noticia no solo tuvo impacto en Irán, donde el presidente Masud Pezeshkian lo echó del cargo el sábado por hacer un viaje de lujo en medio de la crisis económica que atraviesa esa nación, sino también en nuestro país.
Tras la revelación de Clarín, ya se presentaron varios pedidos de informes en el Congreso y hasta dentro del propio Gobierno se investiga por qué el funcionario persona obtuvo visa de turista y por qué la SIDE no alertó sobre su ingreso ya en suelo argentino.
Según pudo confirmar este medio, Dabiri estuvo al menos dos semanas en el país junto a su esposa Sholeh Emami. El exvice iraní ingresó el 20 de marzo pasado a través del aeropuerto internacional de Ezeiza. Llegó al país en un vuelo de Turkish Airlines proveniente de Estambul (el TK-15) y en Migraciones declaró ser turista.
Allí mostró una visa de esa categoría en su pasaporte y, al no tener pedido de captura, pasó sin ningún tipo de inconveniente.
Shahram Dabiri vino al país durante los festejos del año nuevo persa, el Nowruz, que este 2025 se celebró el 20 de marzo, y recorrió Buenos Aires y Tierra del Fuego, donde abordó el buque turístico «Plancius» para conocer la Antártida. Así lo exhibió en redes su esposa, cuyos posteos terminaron siendo una caja de Pandora para la carrera política de su pareja.
Ambos dejaron la Argentina recién el 3 de abril a la medianoche, también vía Ezeiza, cuando se subieron a otro vuelo de la línea aérea turca (el TK-16) rumbo al aeropuerto Atatürk, previa escala de algunas horas en San Pablo, Brasil.
El ingreso de Shahram Dabiri se produjo con una visa de turista que el entonces vicepresidente encargado de Asuntos Parlamentarios tramitó en la Embajada Argentina en Teherán, como un ciudadano común y corriente. Al hacer el trámite manifestó que su profesión era médico, obviando su condición de funcionario público del gobierno iraní.
En efecto, el ahora exfuncionario persa es médico, decano de la facultad y profesor de medicina nuclear en la Universidad de Ciencias Médicas de Tabriz, además de directivo de la federación iraní de fútbol, donde tiene una silla en el Consejo Directivo. Dabiri es fundador de Dabiri Tabriz FSC, un famoso equipo de fútbol sala del país.
¿Pudo haber pasado desapercibido el trámite de visa de un vicepresidente? Es una de las preguntas que en el Gobierno buscan responder, tras la publicación de las fotos del iraní en el país.
Una de las hipótesis que se maneja apunta a un error del cónsul en Teherán, encargado del procesamiento de esa documental, que al chequear la información del solicitante no verificó si Dabiri detentaba un cargo público. La embajada en Irán está encabezada por el encargado de negocios Jorge Mariano Jordán, designado en 2023 por la gestión de Alberto Fernández.
Además, se indaga también por qué fallaron los controles de inteligencia en Migraciones, que deberían haberse activado al registrarse un ingreso proveniente de Irán, con pasaporte de ese país. ¿No debería haber saltado algún tipo de alerta en la SIDE al ser Irán un país «observado» a raíz de los atentados a la embajada de Israel y la AMIA? Es un interrogante.
El área encargada de esas tareas es la de Contrainteligencia, que supo manejar durante décadas el espía Antonio «Jaime» Stiuso, y que hoy estaría en manos de alguien de su confianza. Conocedores del submundo opaco de los servicios catalogan como «desastroso» el desempeño de esa área tras el affaire del vice iraní.
La presencia del vicepresidente iraní Shahram Dabiri en suelo argentino originó además varios reclamos opositores en el Congreso. ¿Cómo ingresó al país? ¿Las autoridades argentinas estaban al tanto? ¿Debían estarlo? Son algunas de la preguntas de los legisladores que no entienden cómo al gobierno de Javier Milei, cuyos principales aliados son Estados Unidos e Israel, le pasó algo así.
Maximiliano Ferraro, diputado de la Coalición Cívica-ARI, se hizo eco de la noticia el sábado mismo, cuando Clarín informó sobre el crucero en la Antártida del funcionario iraní. «FRONTERAS COMO COLADOR ¿INTELIGENCIA? BIEN, GRACIAS. Primero, un avión y una ‘amiguita colaboradora’ de la CPAC eludieron todos los controles aduaneros», dijo con una referencia al vuelo de Laura Arrieta, investigado por una fiscalía anticorrupción.
«Ahora ni siquiera se dieron cuenta de que el vicepresidente de Irán, un Estado autocrático y teocrático, denunciado por los atentados a la embajada de Israel y la AMIA y financiador de grupos proxy como Hamas y Hezbolá, estuvo en nuestro territorio. ¡GRAVE! 😳», escribió en X.
En diálogo con Clarín, Ferraro adelantó que pedirá informes en el Congreso para dilucidar la trama detrás de la visita del VP iraní al país. Su principal interrogante es por qué el ingreso de Shahram Dabiri no despertó ninguna alarma por parte de Migraciones y la PSA.
«¿Cuáles son los protocolos de seguridad y la evaluación de riesgos realizados considerando el historial de denuncias y atentados vinculados a Irán, Hamas y Hezbolla?», preguntó el presidente del partido de Elisa Carrió.
«Teniendo en cuenta que Argentina acusa a Irán por los atentados a la AMIA y la Embajada, y que la propia Corte Suprema de Justicia de la Nación lo declaró ‘estado terrorista’ en abril de 2024, ¿se consultaron y coordinaron los organismos de inteligencia y seguridad nacionales para analizar las posibles implicancias de la visita de un alto funcionario iraní?», pidió saber Ferraro.
Este martes, antes y durante la sesión especial opositora que aprobó la creación de una comisión investigadora del escándalo cripto $LIBRA, el tema de las vacaciones del vice iraní a Buenos Aires, Ushuaia y la Antártida apareció en el debate.
Más temprano, en la comisión de Relaciones Exteriores y Culto, la extitular de Migraciones durante la gestión anterior, Florencia Carignano, reclamó respuestas. «Estuvo en la Argentina el vicepresidente de Irán, que es el encargado de asuntos parlamentarios del país, usted como presidente de la comisión estará al tanto, es un país con el que tenemos diferencias, tuvo visado consular, la Cancillería argentina le dio la visa», le dijo a Fernando Iglesias.
«Como es una nacionalidad observada, necesita también el OK de la SIDE, la SIDE también le dio la visa para que ingrese el vicepresidente de Irán al país. ¡Terrible! Usted como presidente de esta comisión, me imagino que está al tanto de su visita, del vicepresidente de Irán. Me acuerdo la cantidad de denuncias que hicieron por tres tripulantes iraníes y entró el vicepresidente. ¿Sabe qué? Fue, pidió la visa y dijo que era médico, y entró», siguió.
Carignano pidió observar el sistema de seguridad argentina. «¿Cómo el cónsul le da una visa sin saber que era el vicepresidente de Irán? Estuvo paseando por nuestro país. No sé si la DAIA, la AMIA, dijo algo al respecto, pero yo estoy preocupada».
«Me gustaría que hablemos sobre el tema y usted nos pueda explicar como presidente de esta comisión, o le pida explicaciones al Canciller, al Presidente, a la SIDE, que le dio el permiso para ingresar, al cónsul argentino», dijo ante la atenta mirada de Iglesias que le respondió.
—Diputada, me alegra sobremanera que usted se alarme por la presencia de autoridades de Irán acá —contestó irónico el diputado del PRO.
—Debería hacer lo mismo usted, pero no he visto que haya hecho ninguna declaración. Y esto ya pasó… —lo interrumpió la diputada K.
—Diputada, la escuche con atención, le ruego que haga lo mismo. Me alegro de que ustedes noten la peligrosidad de las autoridades iraníes en nuestro territorio. Presente un pedido de informes y lo consideraremos —sostuvo.
Ya en la sesión, Miguel Ángel Pichetto fue tajante. «Uno de los vices del Estado de Irán estuvo de visita turística, no vino a hacer espionaje, estuvo recorriendo, vino acá hasta la puerta del Congreso, sacó foto, fue a Bariloche, fue a Puerto Madryn, vio las ballenas, luego siguió en un barco que lo llevó a la Antártida, luego volvió, publicaron todo en Internet, y luego volvió a su país y en su país lo echaron porque no demostraba austeridad frente al régimen que está en una situación complicada».
«Nadie se enteró de su llegada, recorrió el país alegremente, bueno… algo está pasando en el esquema de control migratorio en la Argentina y es importante que el Congreso tenga una explicación», manifestó.
Después del escándalo de fotos vacacionando en la Argentina, sonriente en el puerto de Ushuaia antes de subirse a un crucero de 6 mil dólares para recorrer una semana la Antártida, el exvicepresidente de Irán Shahram Dabiri realizó un descargo público tras ser echado por el presidente de ese país, Masud Pezeshkian. «No he cometido ningún error», se defendió.
A lo largo de los últimos meses, luego de la asunción de Dabiri como uno de los 14 vicepresidentes iraníes, su mujer atesoró en sus perfiles de Instagram y Threads un extenso álbum de fotos de los viajes que compartió con el funcionario persa: ahí aparecen destino como París; Amsterdam; Tbilisi (Georgia); la Gran Canaria, en España; Porto; Reykjavik, en Islandia; ciudades de Alemania; Helsinki, en Finlandia; y al final, Buenos Aires y Ushuaia.
Tras el escándalo que se generó en Irán luego de que sus fotos de viajes se hicieran virales y le costaran el puesto a su marido, el vicepresidente, la mujer cerró sus perfiles en redes. «Empieza nuestro viaje a la Antártida», escribió el 23 de marzo posando en el puerto de Ushuaia, frente al buque que los llevó durante 9 días a recorrer el continente blanco.
Dabiri decidió romper el silencio tras el decreto que lo sacó del gobierno pero eligió ser políticamente correcto y aclarar que su viaje de vacaciones no fueron a escondidas del Gobierno. “Saludos a la gran nación de Irán. Fue un gran honor para mí aceptar la responsabilidad de Vicepresidente del Consejo de Asuntos Presidenciales, por sugerencia del querido y popular Presidente”.
El exvicepresidente le agradeció la confianza al Presidente y contó que para asumir en el cargo renunció a la presidencia del Consejo de la Ciudad de Tabriz y del Consejo Supremo de Provincias del país y que su objetivo siempre fue “garantizar una interacción más honesta entre el gobierno y el parlamento”.
Acto seguido, elogió su desempeño en el cargo. “El voto abrumador del parlamento a favor del gabinete, que en la historia de la República Islámica fue sin precedentes en términos de cantidad de votos, la aprobación del presupuesto y las relaciones efectivas de los representantes con el gobierno, son una prueba de esta afirmación”.
Y recién después de ese prólogo, se refirió a su abrupta salida del gobierno persa. “Ahora, por decisión del presidente y a pesar de que no he cometido ningún error en mi desempeño, y simplemente debido a un viaje de Año Nuevo previamente programado, he sido exonerado de continuar con esta responsabilidad”.
«Con respeto a la opinión pública y expresando mi apoyo al honorable presidente, deseo éxito a todos los funcionarios del gobierno», sostuvo y se despidió con un pedido: «Le pido a Dios Todopoderoso, en las difíciles circunstancias actuales, que la nación grande de Irán alcance el éxito gracias a los esfuerzos del gobierno y las orientaciones del Líder Supremo. También deseo éxito al Dr. Pezeshkian y a sus valiosos colaboradores».
Cerró su descargo en X con un llamado a la lealtad. «Seamos leales, soportemos las críticas y seamos felices. En nuestro camino es considerado herejía sentirse ofendido. El éxito, que sea compañero del viento. Que la suerte acompañe”, escribió Shahram Dabiri, que en pocos días se convirtió en insumo de memes para los iraníes en redes sociales.
Dabiri -tal como publicó Clarín- fue echado el sábado por el presidente Masud Pezeshkian, que consideró inaceptable el viaje a la Argentina de su funcionario. «En un contexto en el que la presión económica sobre la población sigue siendo alta, los viajes recreativos costosos de los responsables, incluso si corren con sus propios gastos, no son defendibles ni justificables», lo criticó en una carta publicada por la agencia oficial IRNA.
«Nuestra larga amistad y sus invaluables servicios en la Vicepresidencia de Asuntos Parlamentarios no impiden que se priorice el cumplimiento de la honestidad, la justicia y las promesas hechas al pueblo», sentenció el mandatario que enfrenta una complicada situación económica en su país, con una histórica devaluación del rial frente al dólar.
El rial ya había sufrido un sacudón fuerte en el pasado. La moneda persa cotizaba en 2015 a 32.000 por dólar. En julio de 2024, cuando el nuevo presidente asumió, había caído a 584.000 riales por dólar. Hace un mes, el ministro de Economía fue echado luego de una moción de censura del parlamento: aquel 2 de marzo, en Teherán manejaban un cambio de 930.000 riales por cada dólar.