El Covid prolongado es un problema de salud pública que ya afectó a 60 millones de personas en el mundo.Ahora demostraron cómo algunas células dejan de actuar bien y por eso dañan la función pulmonar en el largo plazo.
A cinco años del registro del primer caso de Covid en Argentina, una investigación que se acaba de publicar en la revista Science echa luz sobre uno de los mayores misterios que ha dejado el SARS-CoV-2: por qué hay personas cuyos síntomas persisten en el tiempo y cuál es la posible manera de frenarlos. Hasta el momento, esta patología ha afectado a unas 60 millones de personas en el mundo.
“Aunque se han logrado grandes avances en la comprensión y mitigación de las manifestaciones agudas de Covid-19, las secuelas posagudas de la infección por coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo severo o ‘Covid prolongado’, que incluye complicaciones pulmonares, neurológicas y cardiovasculares a largo plazo, siguen siendo una carga sustancial para los pacientes y el sistema de atención médica”, explica la investigación.
El trabajo está firmado por los científicos estadounidenses Alan Sariol, del Departamento de Medicina, Facultad de Medicina de la Universidad de Washington; y Stanley Perlman, del Departamento de Microbiología e Inmunología de la Universidad de Iowa.
La clave, según estos autores, radica en la disfunción en los macrófagos alveolares, que son células inmunitarias residentes en los pulmones que participan en la reparación de tejidos, lo que se transforma en un factor que contribuye a la patología pulmonar persistente después de la infección por SARS-CoV-2.
El problema, según las conclusiones que surgen tras un experimento en ratones, es la pérdida de peroxisomas (orgánulos involucrados en reacciones oxidativas y metabolismo) de estos macrófagos después de la infección, lo que resulta en una regeneración deteriorada del tejido pulmonar y fibrosis persistente. De manera que se convierte en un tejido cicatricial perjudicial para la función pulmonar.
“Estos hallazgos aclaran la etiología de la enfermedad pulmonar posviral y sugieren vías para la intervención terapéutica”, explica Science en la introducción del artículo. Es decir que a partir del descubrimiento de la alteración específica que el Covid deja en los pulmones, podrían desarrollarse fármacos que resuelvan uno de los mayores problemas de salud pública de los últimos tiempos.
La novedad se publicó casi en simultáneo con otra investigación, también reportada por Science, que involucra a científicos de la Universidad de Virginia, en Estados Unidos. “A pesar de los avances en terapias antivirales y antiinflamatorias, carecemos de intervenciones efectivas que se dirijan a la regeneración y recuperación de tejidos después de una lesión viral grave para minimizar el desarrollo de afecciones crónicas del huésped”, dice este trabajo.
En este caso, también mediante un experimento en ratones, dieron un pasó más allá en la posibilidad de una intervención terapéutica: “Investigamos cómo los peroxisomas regulan la función inflamatoria y reparadora de los macrófagos en el pulmón después de una lesión viral in vivo. Además, evaluamos si la mejora farmacológica de la biogénesis de los peroxisomas podría servir como un enfoque terapéutico pro-reparación para mitigar las condiciones agudas y crónicas del huésped después de la infección”.
Agregaron: “En particular, en nuestros modelos de ratón, la mejora farmacológica de la biogénesis de los peroxisomas utilizando 4-fenilbutirato de sodio (4-PBA) restauró la función de los peroxisomas en los macrófagos, mitigó la inflamación y la fibrosis pulmonar y mejoró la regeneración alveolar después de la infección viral”. La droga probada tiene uso hoy en otras patologías médicas.
Los científicos concluyeron que apuntar a mejorar la función metabólica peroxisomal “representa un enfoque terapéutico prometedor para mitigar las consecuencias a largo plazo de las infecciones virales respiratorias, con potencial para mejorar los resultados de salud de los pacientes con Covid prolongado”.
Si bien hoy el Covid ha dejado de ser la enfermedad de alto impacto que fue durante los primeros años de la pandemia, su estela sigue provocando estragos con sus efectos duraderos y poco atendidos, que incluyen problemas de diversa índole. Los principales son cansancio o fatiga que interfiere con la vida diaria, síntomas que se agravan después de realizar un esfuerzo físico o mental; fiebre, síntomas respiratorios y cardíacos; dificultad para respirar o falta de aire; tos y dolor de pecho. También puede provocar síntomas neurológicos y digestivos.
La pérdida del temor al Covid en la post pandemia ha llevado a la población a dejar de estar pendiente de la importancia de la vacunación, entre otras cosas para evitar las secuelas que puede dejar esta enfermedad, aunque en su fase aguda los síntomas sean leves.
Actualmente, en Argentina hay dos vías para vacunarse contra el Sars-CoV-2: la que aún ofrece el Estado de manera gratuita, del laboratorio estadounidense Pfizer, y la Arvac, del laboratorio argentino Cassará, que se vende en las farmacias y para para convencer a los indecisos promete efectos adversos más moderados.
Clarín