Un nuevo incendio en el centro de recepción Eva Perón expuso la crisis terminal del Organismo Provincial de la Niñez y Adolescencia (OPNyA), con menores heridos, hacinamiento, trabajadores colapsados y un sistema desbordado sin respuestas del gobierno de Axel Kicillof.
Este sábado 22 de marzo, otro grave episodio volvió a exponer la crisis terminal que atraviesa el Organismo Provincial de la Niñez y Adolescencia (OPNyA), dependiente del ministerio de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires, que encabeza Andrés “Cuervo” Larroque, dentro del gobierno de Axel Kicillof. En horas de la mañana, un grupo de jóvenes internados en el centro de recepción Eva Perón -ubicado en el predio Nueva Esperanza- desató un incendio que dejó como saldo a dos menores con intoxicaciones y heridas graves, además de trabajadores al borde del colapso nervioso.
El centro, diseñado originalmente para alojar a doce jóvenes, hoy se encuentra superpoblado: dieciocho menores, de entre trece y diecinueve años, sobreviven en condiciones de hacinamiento. La situación se torna aún más alarmante si se tiene en cuenta que el sistema está colapsado y no distingue entre distintos perfiles de jóvenes. Conviven en el mismo espacio adolescentes con medidas alternativas -es decir, sin delitos de gravedad- junto a delincuentes con condena firme, algunos de los cuales incluso ya superan la mayoría de edad.
Este episodio guarda similitudes con el incendio ocurrido la semana pasada en el instituto Aráoz Alfaro, también bajo la órbita del OPNyA. En ambos casos, la responsabilidad directa recae sobre toda la línea jerárquica del organismo, aunque trabajadores del área apuntan con especial énfasis al responsable regional Martín Pérez González.
Desde el interior del sistema, trabajadores denuncian un contexto laboral extremo, sin las condiciones mínimas para garantizar ni su seguridad ni la de los jóvenes alojados. «Rogamos la presencia de los medios para que trascienda la verdadera situación que estamos viviendo», señalaron en diálogo con REALPOLITIK. A esto se suma un reclamo persistente: los sueldos no superan la línea de pobreza, y el desgaste emocional entre el personal ya es insostenible.
Todo esto en un contexto delicado, ya que recientemente los gremios firmaron un reglamento por medio del cual el histórico horario de 24 x 72 horas pasaría a 12 x 36, lo que equivaldría en duplicar la carga laboral por sueldos de miseria. El acuerdo fue ratificado por el gobernador kirchnerista con un decreto para que entre en vigor a mediados de año
El colapso del sistema de niñez provincial se da, además, en un momento político particular. El propio gobernador Axel Kicillof admitió recientemente la necesidad de discutir la baja en la edad de imputabilidad, en lo que podría leerse como una forma de anticiparse al colapso institucional de estos espacios.
Con dos menores heridos de gravedad, instalaciones destruidas por el fuego y trabajadores al límite, el sistema de protección juvenil en la provincia de Buenos Aires parece atravesar una de sus peores crisis en años. Mientras tanto, desde el gobierno aún no han dado respuestas concretas.
Fuente: Realpolitik
compartir