La misa exequial fue presidida por el Decano del Colegio Cardenalicio, el Cardenal Giovanni Battista ReEn su homilía trazó un retrato profundo y entrañable del pontífice argentino.
En un sentido mensaje, que por el protocolo vaticano fue pronunciado en latín, el Cardenal Giovanni Battista Re condujo la santa misa exequial con que la iglesia despidió al papa Francisco, quien fue su conductor durante doce años.
La misa exequial fue presidida por Battista Re, Decano del Colegio Cardenalicio. Allí trazó un retrato profundo y entrañable del pontífice argentino, resaltando su legado de humildad, cercanía y servicio. Una ceremonia sobria, como el mismo Francisco lo dispuso, a la que concurrieron más de 200.000 personas.
“Estamos reunidos en oración en torno a sus restos mortales con el corazón triste, pero sostenidos por las certezas de la fe”, expresó el Cardenal Re al inicio de su reflexión. “La existencia humana no termina en la tumba, sino en la casa del Padre, en una vida de felicidad que no conocerá el ocaso”, agregó.
“La masiva manifestación de afecto y participación que hemos visto en estos días nos muestra cuánto ha tocado mentes y corazones el intenso pontificado del Papa Francisco”, destacó el cardenal.
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