Este sábado 22 de febrero se concretará la octava jornada del Carnaval del País de las 11 previstas para la presente edición con una gran expectativa en cuanto a público ya que la boletería ha tenido incesantes consultas durante la semana.
El orden de salida para la esta noche es: Ará Yeví (Club Tiro Federal), continua Papelitos (Club Juventud Unida), sigue Marí Marí (Club Central Entrerriano) y cierra Kamarr (Club Sirio Libanés).
¿Qué presenta cada comparsa?
Papelitos: dirigida por Juane Villagra, la comparsa del Club Juventud Unida será: “Iguales”.
Argumento: “Era una noche calurosa y oscura en una Gualeguaychú distópica. El humo de las fábricas y las locomotoras cubrían el cielo ocultando las estrellas. El sonido de las máquinas y los silbidos de los trenes se mezclaban con los gritos y las risas de los habitantes. La ciudad estaba dividida en dos: el Este y el Oeste. En el Este, vivían “Los Puros”, los humanos que se consideraban superiores a los demás seres. En el Oeste vivían “Los Olvidados”, todo tipo de seres fantásticos, como Elfos, Minotauros, Faunos, Gigantes, Centauros y otros tantos que habitaban el sector, que por su aspecto físico eran explotados y marginados por los humanos, siendo condenados a realizar las tareas más duras de la ciudad. Los Puros tenían el control de la industria, el comercio y la política. Los Olvidados su cultura, su magia y su esperanza.
Entre Los Olvidados había una joven llamada Candella. Era un hada de cabello celeste y alas doradas. Vivía en un pequeño barrio al costado de la vía, donde trabajaba como lavandera. Su sueño era ser bailarina del gran teatro del Parque de la Estación, como lo había sido su madre cuando la ciudad era una sola, pero las nuevas leyes que regían la ciudad, prohibían el ingreso de Los Olvidados al lugar. Candella las desafiaba cada noche, disfrutando escondida, la fiesta de unos pocos.
Para la ley, estos seres eran portadores de una “maldición”, por eso debían conformarse con realizar sus fiestas y rituales dentro de su sector. Una vez al año, en la noche más calurosa de verano, celebraban su tradición más antigua, “El Corso de la Alegría”. Era una noche de felicidad, de libertad y de amor. Vestidos con caretas y trajes coloridos, recorrían la vía que delimitaba su sector, con toda su Juventud alegre y Unida. Allí podían bailar y cantar sin miedo, sin prejuicios, sin discriminación. Era la única noche en la que los Olvidados se sentían iguales a los Puros. Pero ese año la celebración estaba en peligro. El alcalde de la ciudad, había ordenado la construcción de un nuevo ferrocarril que atravesaría el sector Oeste, destruyendo el barrio de los Olvidados.
En el sector Este, había un joven llamado Leo, él era un rebelde, un idealista, un soñador. Leo no compartía el odio hacia los Olvidados, él creía en la igualdad, la justicia y el amor. El joven había conocido a Candella en una de las noches en la que ella se había infiltrado en el Teatro. Ellos sabían que su amor estaba prohibido, pero igual decidieron volver a verse en “El Corso de la Alegría”.
Esa noche llegó. Los Olvidados se vistieron con sus mejores galas y se dirigieron a la vía para comenzar la celebración. El alcalde, decidido a sabotear los festejos, envió a sus hombres armados para iniciar el desalojo del sector Oeste. Al ingresar en el barrio, comenzaron a sentirse algo extraños; sus cuerpos sin control empezaron a moverse de forma frenética, solo gritaron “Es la maldición”, antes de empezar a entonar versos divertidos que nunca se habían oído, pasando a formar parte de la gran fiesta.
Y fue esa misma noche que los humanos comprendieron que estos seres, no portaban una maldición, lo que ellos traían consigo era un hechizo de alegría y unión. Esa noche, los dos enamorados sintieron que la ciudad había cambiado, que su historia había comenzado.
En estas noches calurosas de verano, celebremos nuestra tradición más antigua, y vestidos con trajes de mil colores, vivamos el carnaval sin prejuicios ni temores, donde todos seamos IGUALES, ¡El hechizo del Oeste, Papelitos lo propone!”
Marí Marí: la representante del Club Central Entrerriano, presenta “Ítaca” dirigida por Facundo Lucardi.
Argumento: No hay nadie en el mundo conocido
que ignore las proezas de Ulises,
el héroe griego, rey de Ítaca,
cuya leyenda resuena aún
en los ecos de la historia.
Libros antiguos y mitos fundantes
han narrado la forma
en el que venció monstruos y tempestades
por el indestructible amor
a su leal Penélope.
Pero pocos conocen el modo en el que,
en medio de sus tribulaciones y tristezas,
el buen Dionisio, dios de la locura,
torció el destino de su viaje
para liberarlo de la oscuridad
y devolverle la esperanza.
En cada noche de verano,
Nuestra comparsa va a revelar este secreto
y recordarnos la sabia lección
que Dionisio dio a Ulises
para disipar las sombras y las tristezas.
Impulsados por la alegría,
disfrutando cada instante del viaje de la vida,
alimentando la esperanza y los sueños
llegaremos a nuestro destino prometido:
Ítaca es Marí Marí, Ítaca sos vos.
Kamarr: la comparsa perteneciente al Club Sirio Libanés, mostrará “Eclipsia” bajo la dirección de Leandro Rosviar.
Argumento: «Escuchen bien, hijas e hijos de esta tierra… Abran sus corazones y sus oídos, porque les voy a contar una historia antigua, una que nos fue transmitida por quienes vinieron antes, como un aviso, como una guía que habita en el alma de nuestro pueblo.
Hace mucho tiempo, la luna cuidaba nuestros pasos. Era ella quien, cada noche, nos iluminaba, protegiendo nuestros sueños y trayendo paz a nuestras almas. Pero con el tiempo, algo oscuro creció en nuestros corazones… una sombra alimentada por el egoísmo y la ambición, que empezó a devorar nuestra propia luz.
Dentro de cada uno de ustedes se desata una batalla eterna, una lucha que se libra en silencio, pero que es constante. Es la lucha entre dos manadas de lobos. Por un lado, los Lobos Negros: ellos encarnan la ambición, la codicia, la envidia… son las fuerzas oscuras que acechan en cada corazón humano. Aunque tienen el poder de impulsarnos hacia el progreso, si los alimentamos demasiado, terminarán trayendo destrucción.
Por otro lado, están los Lobos Blancos, guardianes del amor, de la bondad, de la paz… Ellos luchan por mantener el equilibrio, para que la humanidad no caiga en su propia oscuridad.
Hace tiempo, nuestros antepasados empezaron a alimentar más sus deseos egoístas, olvidando la compasión. Del odio y la avaricia que creció en esa época, nació una figura oscura, Eclipsia, con manos venenosas que levantaron nubes espesas, ocultando la luna. Desde entonces, Eclipsia reina desde su castillo sombrío y el mundo vive bajo su sombra.
Los sabios de los elementos nos advirtieron de este desequilibrio, pero no quisimos escuchar… Zéphyra, el brujo del Aire, ya había visto cómo las aves huirían sin rumbo, empujadas por vientos contaminados. Aquarion, el sabio del Agua, nos habló de mares y ríos que quedarían desiertos, despojados de vida. Terranova, el guardián de la Tierra, vio cómo las criaturas huían de los bosques que ahora son cenizas. Y Pyralis, el guardián del Fuego, en un grito desesperado, vio llamas que devoraban la vida misma.
Todos ellos intentaron alertarnos, y ahora, las sombras de Eclipsia se vuelven densas…
Pero no todo está perdido. Porque todavía queda una chispa en cada uno de ustedes, una chispa que es la fuerza de la elección. Esa chispa tiene el poder de cambiar el curso de la historia, y está en cada una de sus manos.
Recuerden esto, hijos e hijas de esta tierra… Cuando elijen el amor, iluminan el mundo. Cuando eligen el odio, la oscuridad se extiende. Cada acto de bondad y respeto es un canto que se une al latido de la Tierra, y nos acerca a la paz. El verdadero poder de la humanidad no está en las grandes decisiones, sino en los pequeños gestos de cada día.
Dentro de ustedes viven ambos Lobos, los Negros y los Blancos. La verdadera lucha es aprender a convivir con ellos, a escuchar esas voces que nos hablan desde adentro. Que cada uno de ustedes, hijos e hijas, se esmere en alimentar a los Lobos Blancos, para que el brillo de la luna vuelva a acompañarnos y que Eclipsia, finalmente, pierda su poder.
Así, en equilibrio, vamos a encontrar juntos el camino hacia la armonía.
Esta es nuestra lucha, y este es nuestro destino. Que nuestras elecciones vuelvan a encender la luz que siempre nos ha guiado… Que las sombras de Eclipsia no apaguen nuestra luz…
Ará Yeví: la comparsa del Club Tiro Federal presenta “Endiablada” con la dirección de Guillermo Carabajal.
Argumento: Es una historia en la que el Rey Momo, personaje emblemático de los carnavales latinoamericanos, ante el rumor de que en el norte argentino existía un carnaval que escapaba a sus influjos, sella un pacto con Supay, Dios del Inframundo, por el cual, Momo sería coronado rey de los carnavales de Jujuy eternamente, si atravesaba los peligros que acechan la cueva de la Salamanca y, vestido de diablo, alegraba las calles norteñas durante nueve noches.
Momo sorteó entonces con valentía los peligros de la Salamanca y durante los días siguientes, se sumerge en la celebración humahuaqueña, uniéndose a la diablada, una tropa de trajeadas ilusiones, que cada año desentierra a su Pujllay. Su Pujllay es el diablo, enamorado de la Pacha, que fecunda la tierra, desatando el carnaval.
El dios carnavalero es testigo entonces de que por nueve noches nadie es el mismo en la quebrada, porque entre chicha, cascabeles, bombos y serpentinas, el yugo de todo el año, a su paso, el carnaval disipa. Las almas, durante ese tiempo fugaz, son peregrinas de un legado ancestral que las recorre. Cuando canta Jujuy, cantan los pueblos que cayó la historia y cantan también los ancianos, los niños, los jóvenes, en una sola voz que no se esconde y que se alimenta de la gratitud a la madre tierra. Al final de las 9 noches, vuelve a La Salamanca, ungido por el pueblo como el más alegre de la fiesta. Pero cuando Supay iba a coronar a Momo como el Dios supremo de los carnavales del norte argentino, éste se rehúsa, reconociendo que la verdadera reina del carnaval no es otra que la Pachamama. Supay, desencajado, por no poder desterrar los influjos de la Pacha sobre Jujuy, infunde a Momo un maleficio por el cual éste llevaría el traje de diablo pegado a la piel por el resto de la eternidad. Sin embargo, lejos de constituir un maleficio para Momo, éste toma al traje como símbolo de su transformación y, endiablado, decide llevar el legado de la Madre Tierra a todos los carnavales del mundo, siendo un recordatorio viviente de que la verdadera alegría es la que se comparte; es aquella que, por sagrados instantes, nos sustrae del peso de la cotidianeidad y nos conecta con nuestros ancestros y con la niñez que habita nuestras almas; es aquella que suspende los que somos individualmente, pausa el peso incesante del tiempo, y nos funde con el universo y con nuestra Madre Tierra.
Que suenen los bombos y charangos, que los sikus eleven su canto, que hoy Ara Yeví es ofrenda para nuestros hermanos del Norte Argentino, porque encuentra en este ritual andino, raíces de nuestra cultura que deben integrarse para siempre a nuestra identidad carnavalera.
El carnaval siempre hace a quien lo habita, un poco más feliz, por eso esta noche dejemos endiablarnos por el legado ancestral de Ará Yeví.
Entradas
Este sábado, los residentes del departamento Gualeguaychú y de la provincia de Entre Ríos cuentan con el beneficio del 50% de descuento en el valor de la entrada general. Vale recordar que, para acceder al mismo, es necesario presentar el DNI en boletería que acredite domicilio ya que el descuento se obtiene con compra presencial.
La otra forma de obtener los tickets es a través de www.ticketk.com.ar
Importante cantidad de medios de todo el país e internacionales estarán presentes cubriendo el espectáculo que no deja de maravillar con su ritmo y esplendor.
Como siempre, la jornada también podrá verse en la cuenta oficial de YouTube del Carnaval, como todas las noches de la edición 2025.
¿Qué pasa si llueve?
El Carnaval del País cuenta con un protocolo de Contingencias Climáticas pensado para tales situaciones. El mismo está disponible en el sitio digital oficial del espectáculo y puede ser descargado desde allí.
Este Protocolo tiene como objetivo central que la Organización del Carnaval del País, como espectáculo a cielo abierto que es, afronte la resolución de las emergencias que puedan generar las amenazas del clima en un marco de certidumbre y previsibilidad para el espectador, privilegiando antes que cualquier otra cosa la seguridad de integrantes, colaboradores, trabajadores y público en general; y custodiando también el patrimonio de cada uno de los Clubes participantes. La interpretación del Protocolo deberá ajustarse, siempre, a la fidelidad con estos principios.
Reglas
1)En el supuesto de amenaza de lluvia, el horario tope para decidir la realización o suspensión del espectáculo se establece a las 21:00 horas del día del Evento.
2) Una vez iniciado el desfile no se suspenderá por lluvia.
3) Con el fin de garantizar la reconocida calidad del Carnaval del País, el desfile será puntuable en todos los casos en el que el mismo inicie.
4) El importe de las entradas y ubicaciones no será reembolsable.
5)Esta consigna deberá ser comunicada a los interesados por todos los medios disponibles, atento que el Carnaval del País es un espectáculo a cielo abierto que, si bien está sujeto a las inclemencias del tiempo, puede contemplar la reprogramación para fechas restantes.
6) En los casos que el Evento se suspenda en virtud de los casos indicados en los puntos 1)-lluvia al inicio-y 2)-amenaza de lluvia-, el espectáculo será reprogramado en todos los casos para el día domingo siguiente; con la única excepción de los días domingo y lunes del feriado de carnaval, ya que en el primer caso el espectáculo será reprogramado para el día lunes siguiente, y en el segundo caso para el día sábado siguiente.
7)En los casos que acreditadamente el espectador no pueda concurrir el día domingo siguiente, podrá reprogramar las entradas y ubicaciones que tenga en su poder cualquier otra noche de carnaval -prefijadas o a prefijarse-; siempre teniendo en cuenta las disponibilidades existentes.
La reprogramación no generará costo alguno a quien la solicite, aun cuando la noche elegida fuere de mayor valor
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