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Pese a la presión del Gobierno, la oposición rechazaría los pliegos de Lijo y García Mansilla y se abre un nuevo conflicto por la Corte

Con negociaciones estancadas, el Gobierno parece decidido a jugar a fondo en la sesión convocada para este jueves. El peronismo aún no puede garantizar que no vaya a haber fuga de votos en sus filas.

La negociación en el Senado por los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla, propuestos por Javier Milei para cubrir las vacantes en la Corte Suprema de Justicia, quedó estancada y todo parece indicar que el Gobierno se la jugará a suerte y verdad en la sesión convocada para el 3 de abril. El escenario es complejo porque el oficialismo no tendría los dos tercios de los presentes que se necesitan para aprobarlos, mientras en el peronismo aún no puede garantizar que no vaya a haber fuga de votos en sus filas.

Tal como había anticipado Clarín, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, confirmó esta semana que no van a bajar los pliegos, pese a los consejos del radicalismo y un sector de los dialoguistas que venían pidiendo esa salida para destrabar la discusión. Incluso, el salteño Juan Carlos Romero, aliado de la Casa Rosada, llegó a aconsejar al oficialismo que abra una negociación con el peronismo que incluya la ampliación del máximo tribunal.

Pero Francos redobló la apuesta cuando remarcó que «ambos ministros de la Corte fueron designados por decreto y están en funciones hasta el 30 de noviembre de este año. Lijo no ha asumido. Veremos qué hace. Mansilla puede seguir en su cargo constitucionalmente”. Esta postura ya anticipa un panorama de tensiones y tironeos que desembocará en un conflicto de poderes, según la interpretación de distintos senadores. Tanto en el peronismo como entre los dialoguistas entienden que García-Mansilla debe dejar su despacho en Tribunales si fracasa en el recinto de la Cámara Alta.

Vale aclarar que en la sesión del próximo jueves solo se debatirán los pliegos con la nominación de Lijo y García Mansilla, pero no se pondrá en debate el decreto que los nombró en comisión. En este punto hay que explicar que si bien la Cámara puede rechazar el decreto con mayoría simple, el resultado de la votación no tiene efecto porque Milei se valió de una herramienta administrativa que no requiere de la aprobación del Congreso.

En tanto, José Mayans, jefe del bloque de Unión por la Patria y a cargo de las negociaciones informales que se dan por estos días, hace equilibrio entre lo pedido por Cristina Kirchner -voltear los dos pliegos- y la postura de su jefe político, el gobernador Gildo Insfrán, quien está más cerca de ratificar la nominación de Lijo en el recinto. En este escenario, la cristinista Juliana Di Tullio ratificó que van a rechazar las designaciones de quienes aceptaron ser nombrados por decreto del Presidente.

Sin embargo, el quiebre de la bancada y la salida de 4 senadores que conformaron Convicción Federal pusieron al descubierto las diferencias que existen en peronismo, donde hay un amplío sector que entienden que no todas las decisiones deben salir del Instituto Patria, base del kirchnerismo. Además, hay senadores que ya le habían manifestado a Mayans su intención de respaldar al juez federal. A lo que el formoseño respondió que si votaban a favor se iban a convertir en «Camau» Espínola o Edgardo Kueider, quienes justamente abandonaron la bancada en su momento por diferencias con el manejo del cristinismo.

Aunque Mayans había asegurado contar con los 25 legisladores necesarios para impedir que los pliegos alcancen los dos tercios, este diario ya había indicado que en realidad hay unos 20 votos que respaldarían la posición de la ex presidenta e incluso en los últimos días el poroteo daba dos nuevas bajas en el armado K. Si se suma a Martín Lousteau (UCR), Guadalupe Tagliaferri (PRO) y posiblemente Francisco Paoltroni, quienes se expresaron en contra de los candidatos del Gobierno tampoco alcanzarían ese número.

La situación entre los dialoguistas tampoco viene sencilla. La interna radical se habría calmado y aseguran que después de la reunión de los senadores con los gobernadores y las autoridades partidarias volvió la armonía. Pero lo cierto es que el pedido para que la Casa Rosada baje los pliegos no prosperó y la decisión de llevarlos al recinto volverá a poner al descubierto las diferencias en la bancada que comanda el correntino Eduardo Vischi.

Es que al rechazo de Lousteau se sumaría el voto negativo de Pablo Blanco, quien ya expresó en forma reiterada su oposición a las designaciones por decreto. En tanto, Carolina Losada hizo campaña en contra de Lijo, por lo que se especula que no le daría su apoyo. No se descarta que haya otras sorpresas y en una cámara tan atomizada con el número justo será difícil garantizar los dos tercios.

Entre el resto de los bloques provinciales, el oficialismo siente tenerlos asegurados, pero la duda fue puesta en sí se alcanzarán los 37 senadores para el quórum. Si se cae la sesión, el Gobierno ganaría tiempo y le permitiría seguir negociando. Si bien ninguno de los candidatos tendría los dos tercios, tanto de un lado como del otro de la oposición coinciden que la nominación de García-Mansilla es la más complicada de sostener.

Mientras tanto, otro foco de la atención quedó puesto en lo que resuelva el juez federal Alejo Ramos Padilla, que tramita una causa para impugnar las designaciones por decreto de García-Mansilla  y Lijo. El magistrado postergó una definición hasta después de la sesión del Senado.

Por lo pronto, García-Mansilla, quien asumió como ministro de la Corte, defendió su nombramiento por decreto en comisión por el presidente Javier Milei y afirmó que su remoción antes del plazo de un año solo puede darse mediante juicio político. Mientras que Ariel Lijo contestó que no asumió en esa condición y que su propósito es recibir el acuerdo del Senado.

Clarin
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