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Se profundiza la pelea de Kicillof con Cristina y Massa por el desdoblamiento de la elección bonaerense

El mandatario acordó con 45 jefes comunales un documento para separar el comicio local del nacional. Este lunes habría un apoyo público del Ejecutivo provincial a ese reclamo. Máximo convocó a una sorpresiva reunión con los jefes comunales camporistas y aliados para responderle a Kicillof.

«La Cámpora y Massa querían una mesa y le dimos una mesa el domingo. Acordamos otra reunión dos días después, el martes a la noche para seguir acercando posiciones. Ese encuentro se extendió hasta tarde. A las pocas horas, al mediodía del miércoles, ellos rompen todo sin avisar, presentando ese mamarracho de proyecto el Senado (para suspender las PASO y hacer la elección provincial «concurrente» con la nacional)».

La cronología de los hechos se reconstruye ante la consulta de Clarín. La hizo un integrante del otro triángulo de hierro, el de Axel Kicillof. El gobernador siente que Máximo y Cristina Kirchner decidieron «tensionar para hacer daño», con el objetivo de empujar una reacción de la gobernación. El interlocutor también apunta a Sergio Massa.

Según el Ejecutivo provincial, Kicillof miró a Máximo Kirchner y Massa y les dijo claramente que quería suspender las PASO. También habló de desdoblar. La separación de la votación es algo que el gobernador justifica por la presión de los intendentes, tanto del peronismo como los del PRO y la UCR.

Parte de esa «presión» quedó expuesta el viernes en un documento de 45 jefes comunales del PJ y aliados. Allí piden anular la Primaria y desdoblar la elección. No es una cifra menor: 45 es más de la mitad de 84, la totalidad de intendentes que el peronismo tiene en la Provincia.

Ese documento fue acordado con el Ejecutivo bonaerense como una respuesta al proyecto que Cristina y Máximo le ordenaron presentar a Teresa García en el Senado, pidiendo que se vote el mismo día que las generales. Kicillof buscó retomar la iniciativa, como lo viene logrando en su batalla interna con los Kirchner.

La respuesta de Máximo Kirchner se empezó a cocinar este domingo. El jefe de La Cámpora convocó a una reunión en el predio del sindicato de la Anses cercano a El Mangrullo, restorán de padre e hijo Granados. Mientras Alejandro, el Sherif y ex intendente, aprobó que su apellido aparezca apoyando el desdoblamiento, su hijo y actual jefe comunal estaría más alineado con el kirchnerismo de paladar negro.

En ese «cónclave de último momento» para retomar la iniciativa en contra de Kicillof habría unos 18 intendentes, entre ellos los de Merlo, Lomas, Quilmes, Mecedes, Luján, Hurlingham y Lanús. También Malvinas Argentinas y Cañuelas.

Más allá de cuándo se vote, en el PJ bonaerense hay olor a desorden, enfrentamientos donde se dirimen cuestiones personales y, lo peor de todo, a derrota.

«No le hablamos al vecino. No tenemos casi nada para mostrar, entusiasmarlos y seducirlos. Milei les habla de Inteligencia Artificial, para darte un ejemplo, y aunque nadie entienda un carajo de qué se trata, logra penetrar en el electorado, sobre todo entre los más jóvenes. Vamos hacia una derrota», plantea un líder municipal de la Tercera Sección.

La resistencia al desdoblamiento es, quizás, el único tema que une a Cristina Kirchner con Javier Milei. Ahora los libertarios que arman la estrategia bonaerense ya se expresan abiertamente en contra de separar la elección. Incluso sus legisladores no votarían la suspensión de la PASO como sí hicieron en el Congreso Nacional.

«A nosotros también nos conviene votar todo el mismo día y que la pelea se reduzca entre Milei y Cristina. No tenemos poder de fuego para enfrentar al aparato de los intendentes si se desdobla la votación», reconoce ante este diario uno de los líderes mileístas en la Legislatura provincial.

La pelea contra Cristina y Máximo es por la lapicera. Muchos jefes peronistas dicen estar hartos de ser «arriados a patadas en el culo por La Cámpora». Hasta ahora, la lista la arma Máximo Kirchner, obvio con la supervisión de su madre.

Hay intendentes que todavía no logran cicatrizar las heridas por el ninguneo del cierre de candidaturas del 2023. Entre ellos, Jorge Ferraresi y Mario Secco. Pero también se sumaron muchos otros jefes que, por primera vez, golpean en la línea de flotación de Cristina como Presidenta del Peronismo.

«Esto es un cabaret», coinciden fuentes del PJ en el GBA, tanto lo que se alinean con Cristina como los que la cuestionan. Axel Kicillof aprendió a jugar. Se nutre de los díscolos, aunque en voz baja y cuidando cada movimiento.

Esta exagerada discreción del gobernador en no decir abiertamente lo que piensa y sostiene en privado genera incertidumbre y zozobra entre los propios intendentes que lo apoyan. Incluso esperaban que alguien del Ejecutivo salga a apoyar «o al menos retuitee» el documento de los jefes comunales que se plantaron en desdoblar la elecciones.

El silencio de Kicillof hace ruido. Genera sospechas entre su propia tropa que empieza a sentir una falta de certezas de que el gobernador finalmente se anime a asumir el rol de conductor que desde hace meses viene amagando a convertirse pero con el freno de mano puesto.

Este lunes, en la conferencia de prensa que encabezará Carlos Bianco, Ministro de Gobierno del Gobernador, habrá un respaldo público a ese pedido de los jefes comunales que plantearon separar la votación, según confiaron a Clarin fuentes de la gobernación.

Kicillof debería firmar el decreto del desdoblamiento antes del 10 de abril. Es toda un incógnita si lo hará. Esta semana se intentará nuevamente suspender la PASO en la Legislatura que está en cuarto intermedio desde la semana pasada. El Congreso bonaerense es un zoológico.

Hay quienes aseguran que todo se encaminaría a que haya tres elecciones en la Provincia (primarias y generales provinciales, y legislativa nacional en el distrito), un verdadero desafío ya que nunca antes se hizo algo parecido, por lo menos en los últimos 40 años. Otros, en cambio, plantean que esta pelea se resolverá con un simple llamado: el de Cristina a Kicillof. Cosas de madre e hijo político.

Clarin

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