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Los escandalosos motivos por los que renunció Roberto García Moritán al ministerio porteño

Luego de que sonara con fuerza los rumores que hablaban de una posible renuncia de Roberto García Moritán al ministerio de Desarrollo Económico de la Ciudad de Buenos Aires, en medio de su escandalosa separación de Carolina “Pampita” Ardohain, finalmente se conoció que el político dio un paso al costado de su cargo.

Interceptada en la calle por una serie de cronistas mientras se dirigía a un auto, lo primero que le preguntaron a Pampita fue: «¿Vas a opinar algo de la renuncia de Moritán?». «Estaba grabando y no sabía nada», se desentendió del tema Ardohain.

«¿Era algo que esperabas?», le repreguntó una notera, pero ella no contestó. Otro colega le consultó sobre la causa contra García Moritán por una supuesta estafa en Catamarca donde, dice, Pampita podría llegar a ser citada a declarar. «Esto no es verdad, están diciendo algo que no es verdad», se plantó Ardohain respecto de la acusación que le hacen al marido del que se está divorciando.

En el mismo sentido de que esa causa judicial contra García Moritán no tendría asidero, se había pronunciado unas horas antes en una nota televisiva el abogado Fernando Burlando.

«¿Te sorprende la renuncia de Roberto?», le insistieron. «Me estoy enterando por ustedes», siguió Pampita firme en su postura.

Cuando le consultaron cómo se siente con toda esta situación que la ha colocado en el ojo de la tormenta mediática, Ardohain respondió: «Estoy tratando de estar bien por mi familia, porque tengo chicos que criar, tengo que estar en pie para criar a mis hijos».

Luego llegó la pregunta sobre los picantes dichos de la madre de Roberto García Moritán. «Ella dijo que vos habías sido muy dura, que habías dicho que lo ibas a destruir», le recordó un notero y le ofreció la posibilidad de desmentir haberle dicho eso a quien hasta el momento es su suegra.

Firme, pero casi al borde de las lágrimas, Pampita Ardohain afirmó: «No voy a contestar nada. Tengo que cuidar a mi familia y Roberto va a ser siempre mi familia, así que no voy a decir nada en ningún lado nunca».

«Ni esta semana, ni más adelante ni nunca», subrayó Pampita, empeñada en guardar silencio sobre el tema que les interesa a todos.

Cabe recordar que Carolina Pampita Ardohain y Roberto García Moritán tienen una hija en común: Ana, nacida en julio de 2021.

A continuación, Pampita aseguró que para atravesar esta tormenta, tiene en quién apoyarse. «Me estoy apoyado en mis hijos, que son el motor de mi vida y que me dan fuerza para todo».

«Por suerte, tengo esa fuente de amor que todos los días me da ganas de vivir, de salir a trabajar, de mejorar y de salir adelante», añadió.

Ante la insistencia para que diera su punto de vista sobre las acusaciones que le están haciendo a Roberto García Moritán en cuanto a las sospechas de presuntas irregularidades en el ejercicio de la función pública, Pampita declaró: «Ojalá que pidan disculpas todos los que dijeron tantas mentiras esta semana. Pero eso en la tele no suele pasar».

Dicho eso, añadió: «Ojalá que así como dedicaron tanto tiempo a decir esas cosas, cuando se sepa la verdad, dediquen el mismo tiempo para aclarar las cosas».

Con gesto de agobio, Pampita afirmó: «Yo hace mucho que estoy en los medios y sé lo tremendo que es estar expuesto. Es una presión muy grande y no es fácil. La verdad es que no es fácil. Cualquiera sea la carrera en la que estés, no es fácil».

Durísima con los cronistas, les reprochó: «Yo sé lo difícil que es tenerlos a ustedes de enemigos. Pero, bueno, uno elige las profesiones porque nos apasionan y si estás expuesto, parecería que hay que bancársela, pero no siempre es fácil estar bajo tanta presión».

«¿Creés que es todo mentira lo que se está hablando sobre Roberto y (presuntos) casos de corrupción, creés que ninguno puede llegar a ser cierto?», le plantearon, sin vueltas.

La contestación de Pampita fue contundente: «Eso lo va a aclarar la Justicia y espero que pidan disculpas cuando eso pase».

En ese punto, decidió dar por terminado su diálogo con la prensa: «Me tengo que ir -dijo-. Un beso enorme. Disculpen, pero me tengo que ir».

Clarin
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