El senador nacional por Entre Ríos, Edgardo Kueider, se encuentra en el ojo del huracán tras ser detenido en Paraguay con más de 210 mil dólares y 600 mil pesos sin declarar. Este episodio, que ya tiene repercusiones judiciales en Argentina, suma un nuevo capítulo al historial de sospechas que pesan sobre su patrimonio y su desempeño como funcionario público.
La Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC) abrió una Investigación Preliminar (IP) de oficio, un mecanismo que busca recolectar pruebas para determinar si existe mérito para una denuncia penal formal. Las posibles imputaciones apuntan a los delitos de enriquecimiento ilícito y lavado de dinero, áreas en las que el senador ya enfrenta causas previas tanto en la justicia federal como en la provincia de Entre Ríos.
El hallazgo en Paraguay
El incidente ocurrió durante un control de rutina en el Puente Internacional de la Amistad, que conecta Brasil con Paraguay. Según las autoridades paraguayas, Kueider llevaba consigo 211.102 dólares, 646.000 pesos y 3.900.000 guaraníes en efectivo, los cuales no declaró al cruzar la frontera. Además, viajaba en compañía de su secretaria, Iara Guinsel Costa, quien afirmó que el dinero le pertenecía y provenía de una empresa paraguaya.
Aunque el senador fue liberado, las autoridades paraguayas lo imputaron por lavado de dinero y contrabando de divisas. Actualmente, cumple arresto domiciliario en un lujoso departamento en Asunción mientras su abogado gestiona el pago de una fianza de 300 mil dólares.
Un patrimonio bajo la lupa
Las sospechas sobre Kueider no son nuevas. Su nombre aparece en investigaciones por presunto enriquecimiento ilícito y por su rol en un esquema de sobornos que involucra a la empresa de seguridad privada Securitas y a organismos estatales como ENERSA, donde representó al gobierno provincial. También es señalado por la presunta propiedad oculta de bienes inmuebles a través de la empresa Betail SA.
En 2021, Kueider declaró un patrimonio de 5.4 millones de pesos, pero omitió detallar su participación en Betail SA, registrada como dedicada al comercio de ganado y con vínculos sospechosos en el mercado inmobiliario. La justicia federal de San Isidro y la fiscalía de Concordia habían iniciado investigaciones antes del escándalo en Paraguay, incluyendo pedidos de informes a organismos como la AFIP, la Oficina Anticorrupción y el Banco Central.
Reacciones políticas y posibles consecuencias
El episodio despertó una ola de críticas en el ámbito político. La diputada Margarita Stolbizer presentó una denuncia penal pidiendo que se investigue el origen del dinero incautado y el notable incremento patrimonial del senador. En caso de ser expulsado del Senado, su banca podría ser ocupada por Stefanía Cora, referente de La Cámpora en Entre Ríos.
Por su parte, Kueider ha negado reiteradamente las acusaciones, insistiendo en que las investigaciones aclararán su inocencia. Sin embargo, las pruebas en su contra se acumulan, y el paralelo con otros casos de corrupción emblemáticos, como el de José López, pone a su situación en el centro del debate sobre la ética en la función pública.
El futuro de Kueider
El desenlace de este caso podría tener implicancias significativas no solo para Kueider, sino también para el gobierno de Javier Milei, del cual es aliado en el Congreso. Con varias investigaciones en curso y la atención pública centrada en su figura, el senador enfrenta un panorama judicial y político complejo que podría marcar el fin de su carrera.
Mientras tanto, el Senado y la justicia argentina están ante un dilema: ¿tomarán medidas ejemplares para garantizar la transparencia, o permitirán que este escándalo se diluya como tantos otros? La respuesta definirá el impacto de este caso en el ya convulsionado escenario político nacional.
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