Pasadas las 15 de la tarde hora local, Kate Middleton, futura reina de Inglaterra, tomó las redes oficiales para comunicar en primera persona cuál es la grave situación que atraviesa tras su comentada cirugía abdominal –intervención que tuvo lugar en enero pasado en la London Clinic– que desperdigó todo tipo de rumores acerca de su salud.
El fuerte comunicado de la princesa de Gales, en el que mirando a cámara explica que padece cáncer y cuenta cómo les contó la noticia a sus hijos, le puso fin a las teorías conspiranoicas y suma un nuevo doloroso prontuario a la casa Windsor.
El nuevo «gran shock» que atraviesa la familia real británica
A poco de que se comunicara que el rey Carlos III atraviesa un cáncer (según se dijo, de próstata), la esposa del príncipe William no titubeó al explicar: «En enero, me sometí a una importante cirugía abdominal en Londres y en ese momento se creía que mi enfermedad no era cancerosa. La cirugía fue exitosa. Sin embargo, las pruebas tras la operación hallaron que había habido cáncer. Por lo tanto, mi equipo médico recomendó que me sometiera a un tratamiento de quimioterapia preventiva y me encuentro ahora en sus fases iniciales».