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Crisis sanitaria. Qué especialidad transita un fuerte desbalance entre invertir US$30.000 para montar un consultorio y percibir $2500 por consulta

La Cámara de Medicina Oftalmológica advierte que la atención al paciente debería valer US$20; pérdida de calidad en la atención y atraso tecnológico frente al actual vínculo con prepagas y obras sociales

La crisis en el sistema de salud afecta a todas las especialidades médicas, pero en especial a aquellas que requieren de una importante inversión en máquinas e instrumentos para poder evaluar a los pacientes. Por ese motivo, la Cámara de Medicina Oftalmológica (Cameof) emitió un comunicado donde describen que para sus profesionales montar un consultorio cuesta alrededor de 30.000 dólares, mientras que las prepagas y obras sociales suelen pagarles un promedio de $2500 por consulta. En el texto señalan que la disparidad entre el costo y los ingresos, más la demora en los pagos, irremediablemente van a impactar en la calidad de la prestaciones.

“En números concretos, una consulta oftalmológica debería valer 20 dólares en virtud de la necesaria amortización de los diferentes equipos y tecnología necesaria para realizar la misma. Tengamos en cuenta que solo montar un consultorio oftalmológico cuesta más de 30.000 dólares. Pero una consulta con el oftalmólogo en la Argentina, en promedio, se paga $2500 por parte de las empresas de medicina prepaga”, describe Juan Ibarguren, secretario general de la Cameof.

Este desfase, explica Omar López Mato, vocal general de Cameof, lleva a un progresivo deterioro de la capacidad asistencial. “Este desfinanciamiento lleva a una pérdida de calidad y atraso tecnológico, lamentablemente no podemos tener medicina del primer mundo con valores inferiores a los costos. Aún quedan resabios de lo que supimos ser, pero no se puede sobrevivir mucho más si se asfixia al sector. Y eso implica mala calidad prestacional, dificultad en obtener personal idóneo tanto médico como enfermería”.

A su vez, este panorama, resalta López Mato, desincentiva la inscripción de nuevos aspirantes a las residencias locales de oftalmología, y muchos intentan continuar su formación en el exterior.

El mes pasado, las empresas de medicina prepaga realizaron, en promedio, un aumento en las cuotas cercano al 40%, y se espera otro incremento importante para este mes. Esa suba en las cuotas de sus afiliados, señala Ibarguren, no se tradujo en un aumento suficiente para los prestadores médicos.

“El fundamento central para justificar el aumento de las cuotas de medicina prepaga para este nuevo ciclo, entre otras cuestiones es por el aumento de la estructura de costos de los prestadores de servicios de salud, los efectores. Algunas prepagas han ofrecido a los prestadores de salud un incremento del 36%. Ahora, el valor ofrecido de aumento ascendería a $3400 por consulta, pero en realidad, al pagarse a los 90 días promedio, el oftalmólogo percibirá $2950. Un valor que lejos está de los necesario para amortizar equipos, mantenerlos, pagar a la secretaria, el alquiler, la luz, los servicios y los impuestos”, resalta Ibarguren.

“Como Cámara no aconsejamos cobrar copagos que no estén autorizados ni incluidos en el contrato, pero sí proponemos que las autoridades lo permitan como una válvula de escape a esta situación apremiante. El copago se usa en muchos países y actúa como un regulador del sistema. Sabemos que en otras provincias y en distritos del Gran Buenos Aires se está cobrando, pero nosotros como Cámara queremos que se reconozca la jerarquía de la consulta y las prestaciones médicas que, como ya dijimos, no solo incluye a médicos sino a otros profesionales”, opina López Mato.

El comunicado de la Cameof advierte que durante los cuatro años del gobierno de Alberto Fernández, la inflación acumulada llegó al 1175%, tomando como referencia los datos del Instituto Nacional De Estadísticas y Censo (Indec). En el mismo período, según la Unión Argentina de Salud (UAS), que nuclea a las principales entidades de medicina prepaga, los sueros aumentaron 1907%, la ropa descartable 1832%, las placas 1569% y los medicamentos en general un 1850%.

De acuerdo con los relevamientos de la Cameof, el incremento de la estructura de costos asciende en promedio al 1379%, aunque hay aumentos de algunos insumos específicos que llegan al 3000% y hasta el 5000%. Superando por lejos en el caso de estos últimos el valor de las plazas más caras del planeta. Por ende, el retraso en los aranceles que deben ser adecuados es de cerca del 700%, señalan desde la Cameof.

“En este momento no se vive la falta de insumos que existió meses atrás, pero la actualización en los valores de dichos insumos implica un desbalance entre lo que se paga a los efectores y lo que abonan los gerenciadores guiados por cifras que se han distorsionado. Y en insumos también están incluidos los repuestos de máquinas de cirugía y diagnóstico que se han tornado obsoletas y cuyos repuestos ya no se consiguen o son difíciles de conseguir a precios convenientes”, argumenta López Mato.

LA NACION se comunicó con la UAS para consultarles cómo prevén el esquema de aumentos en las cuotas y en los montos que las empresas luego pagarán a los prestadores, pero aún no dieron una respuesta.

La Nación
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